El Arte de Vivir: una fundación para el bienestar
Despiertas una mañana y te das cuenta de que los pensamientos revolotean a tu alrededor. Hay ruido afuera: no te puedes concentrar. Hay muchísimo ruido dentro de ti: te sientes pesado, desganado, con estrés. La cabeza te duele y la emocionalidad se apodera de ti, hasta que dices: ¡basta! Solo en ese momento es que descubres que estás totalmente cansado, pero ¿de qué? ¿Será de arrastrar emociones? ¿De sumergirte en su profundidad? ¿De no poderlas soltar? La relación que manteníamos con ellas era muy diferente cuando éramos niños. Es decir, no es que no las viviéramos ni mucho menos, pero podíamos desprendernos de una molestia, de una tristeza o de un pesar tan fácilmente como despegar una calcomanía. Entonces, ¿qué cambió? ¿Qué arrastramos al crecer y qué impresiones fuimos acumulando?
No tengo una respuesta. Se trata de algo que opera a nivel inconsciente en cada uno de nosotros. Lo cierto es que el ruido de la urbe, aunado al estrés diario al que nos encontramos sometidos, genera una tensión patente que dificulta la comprensión de estos dilemas. Es por esta razón que es importante que existan espacios dentro de nuestra ciudad en donde el citadino sea capaz de hallar sosiego.
En Caracas, por ejemplo, existe una fundación internacional (presente en más de 152 países) orientada a ofrecer herramientas para aquietar la mente. Se llama El Arte de Vivir. Aquella es una ONG basada en educación para el bienestar. Se especializa en la enseñanza de técnicas de meditación, respiración y yoga. Este último en un sentido más amplio. Por lo que el norte no es la puesta en práctica de las asanas (o posturas), sino la difusión de un nuevo estilo de vida más consciente.
El Arte de Vivir nació en la India en 1981. La manera en cómo se concibió resulta bastante curiosa. Ese año, Ravi Shankar Ratnam (también conocido como Sri Sri Ravi Shankar) meditaba en silencio en Shimoga, una ciudad hindú. Esto lo hizo durante diez días, cerca del río Bhadra. Allí, tal cual como si la corriente hubiese hecho afluente sus propios pensamientos, dio forma a una técnica de respiración llamada Sudarshan Kriya; una técnica capaz de purificar a la vez que de permitir percibir mejor. Alrededor de esta herramienta giran los cursos que dicta la fundación.
Para entender más acerca de ella, nos reunimos con Pierina Mariño en la sede que se encuentra ubicada en el este caraqueño. Además de contarnos que la ONG tiene más de quince años en Venezuela, nos explicó los beneficios anejos al ejercicio de la respiración profunda. Por un lado, nos decía, se ha comprobado científicamente que disminuye la depresión en un setenta por ciento y reduce la producción de cortisol (la hormona del estrés) en un setenta y nueve por ciento. Por otro lado, el control del ritmo respiratorio ayuda al suministro de oxígeno a otros niveles. Liberas toxinas, calmas tu sistema nervioso, mejoras tu sistema inmunológico; respiras y te llenas del aire vital. Asimismo te apercibes con más energía, puesto que una sesión de 20 minutos de meditación equivalen a 3 horas de sueño profundo.
Cuando le preguntamos acerca de su experiencia personal, descubrimos muchos más beneficios anexos a estas prácticas. Cabe acotar que Pierina es instructora a tiempo completo desde hace ocho años. Es administradora especializada en mercadeo y en esa área se desempeñaba antes de unirse a la organización. Por ese entonces, el estrés le provocaba dolores de cabeza. Por supuesto, se sentía envejecer más deprisa; lo notaba en su piel, lo sentía. Cuando se hizo practicante de los cursos de El Arte de Vivir, enseguida notó un cambio tanto en su salud física como mental. Las técnicas de respiración rítmica le otorgaban una inmensa paz interior. Esto se debe a que Sudarshan Kriya te induce a una conexión con tu interior; a una armonía o a una unidad entre tu cuerpo y tu mente.
Leía en estos días (por allí va el meollo del asunto, quizá) que cada emoción va enlazada con un ritmo respiratorio particular. Por lo tanto, si controlas tu respiración, controlas tus emociones. Aunque es como nos explicaba Pierina: no se trata de convertirse en un robot incapaz de sentir para estar bien. Las emociones hay que vivirlas; no se debe renegar de ellas. Sin embargo, hay que aprender a soltar, a no aferrarte de ninguna forma. Sudarshan Kriya trae tu mente al presente por esa razón. Ergo, El Arte de Vivir busca educar al cuerpo a mantener la calma.
Actualmente, realizan distintos cursos en el país. En su sede de La Castellana, todos los martes de 6:00 pm a 7:00 pm dan meditación completamente gratuita y abierta al público. También ofrecen cursos pagos como Happiness Program, el cual se realiza dos veces al mes, con una duración total de 9 horas distribuidas en tres días (sábado, domingo y lunes). Los practicantes que hayan realizado el curso anterior disponen de la posibilidad de realizar un curso de seguimiento todos los miércoles de 6:00 pm a 8:00 pm. Asimismo, al ser una organización sin fines de lucro, dictan cursos de alivio de traumas en centros comunitarios y de alivio de estrés en escuelas y hospitales.
Para el domingo 30 de septiembre de este año, se está planificando realizar un evento en toda Latinoamérica bajo el nombre de “América Medita”. El lugar de encuentro será el auditorio de la U.E.M. Juan de Dios Guanche, ubicado en El Pedregal. Para mayor información, puedes contactar a la organización por los números 0212-267.95.52/0412-957.93.41 o por los correos coordinacionelartedevivir@gmail.com/elartedevivirvenezuela@gmail.com.
Solo me queda por decir que, según el fundador, la felicidad está en el momento presente. No tiene por qué hacer ruido, ni mucho menos ensordecer. Porque allí, en el silencio, está mucha de la paz que a veces buscamos; en ningún otro lugar.
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