La música de Gal Costa llenó la noche caraqueña en la voz de Valentina Becerra
Flor de Maracuyá, Falsa Baiana, Mal Secreto, Baby, Aquarela do Brasil fueron cuatro de los 17 temas de Gal Costa que sonaron la noche del sábado 5 de agosto en la voz de la cantante venezolana Valentina Becerra, junto a grandes de la música local como Carlos “Nené” Quintero, Miguel Chacón, Roberto Jirón, Pedro Isea, Manuel Barrios y Juan Carlos de la Cruz, bajo la dirección de Alain Henriot.
“Gal en la Voz de Val” fue el nombre del concierto ofrecido en homenaje a la fallecida cantante brasileña el pasado sábado 5 de agosto, momento que también fue propicio para conmemorar los 50 años del emblemático Juan Sebastián Bar, reconocido templo del jazz y la salsa de la capital, que en esta oportunidad deleitó a los presentes con un repertorio de lo mejor de la música de Brasil. Los caraqueños disfrutaron de una noche al son de diversos ritmos como la bossa nova, la samba, el rock, el blues y hasta el bolero, porque Gal fue una artista que se paseó por diversos ritmos en su extensa trayectoria.
A cada tema interpretado le precedió un breve relato de Valentina sobre lo que significó la canción, su origen, el momento en que se compuso o la historia detrás de ella, dando una nota de color al repertorio cuyas letras provienen de autores consagrados como Chico Buarque, Tom Jobim y Caetano Veloso, entre otros.
El primer set de canciones abrió festivo con Flor De Maracujá, seguida de Samba do Grande Amor, Inquietação, Folhetim, Coraçao Vagabundo, Baby, Força Estranha, Falsa Baiana y Festa do Interior. Luego de una pausa, los músicos retomaron el repertorio con Eu te Amo, Wave, Sem Medo nem Esperança, Mal Secreto, Dindi, Meu Nome é Gal, Chiclete com Banana, cerrando la noche con Aquarela do Brasil con los aplausos efusivos del público.
Un poco de Gal
De la mano de sus fieles amigos y colegas, los cantautores Caetano Veloso y Gilberto Gil, Gal Costa se destacó dentro y fuera de los escenarios. 42 producciones discográficas y más de 100 sencillos en 57 años de trayectoria, hacen de Gal la única brasileña en pertenecer al Salón de la Fama del Carnegie Hall de Nueva York y recibir el Grammy Latino a la Excelencia Musical.
Más allá de su extraordinaria voz y puesta en escena, su carrera estuvo también marcada por las presiones políticas en un Brasil que transitaba una larga dictadura militar y en más de una oportunidad desafió los tabúes sociales de su época: la portada de su disco “India” fue vetada por considerarse demasiado sugestiva, posó desnuda para una revista masculina y hasta cantó mostrando sus senos como una forma de protesta política.