La India de El Paraíso: Historia y curiosidades
Por encima del ajetreo y el tráfico que caracterizan a la parroquia caraqueña El Paraíso, se alza majestuoso uno de sus mayores símbolos : La India, que acumula un siglo de larga e interesante historia, pues su ubicación varió con los años, su desnudez causó polémica y hasta inspiró algún poema.
Una obra innovadora
En 1905, el entonces presidente Cipriano Castro ordenó la construcción de una escultura para conmemorar el primer centenario de la declaración de independencia de Venezuela, que tendría lugar seis años más tarde.
El encargado de ejecutar la labor fue Eloy Palacios, por entonces considerado el principal escultor de Venezuela y que desde hacía décadas vivía y tenía su taller en Múnich, Alemania.
Palacios trabajó con bronce, roca y granito e introdujo una interesante novedad: contra la costumbre de utilizar una columna de estilo clásico, optó por recrear un tronco con tres palmeras unidas. El inicio del árbol es de granito gris, pero se torna verde al llegar a la cúspide.
El maestro argumentó que optó por esta decisión estética tras leer al historiador y cronista Arístides Rojas, “quien dice en sus leyendas históricas de nuestros primitivos pobladores que éstos creían que sus dioses habitaban las palmeras”.
La base del monumento, hecho de roca cuadrada, incluye tres esculturas que simbolizan a las actuales repúblicas suramericanas que conformaron la Gran Colombia: Venezuela, Colombia y Ecuador. Junto a ellas figuran cuatro cóndores y otros tantos bajorrelieves que recrean los momentos clave de la Batalla de Carabobo.
Y coronando toda la estructura, sobre las hojas de la palmera, se alza una esbelta joven desnuda hecha de bronce que, contra lo que suele creerse, no representa a una india, sino que se trata de una personificación de la Libertad, pues ostenta varios símbolos asociados a dicho ideal: en su cabeza lleva un gorro frigio y en sus manos sujeta una antorcha y un ramo de laurel.
Controversia y poesía
La idea original era emplazar la obra de Eloy Palacios en el campo de Carabobo, donde se libró la batalla decisiva de la independencia venezolana. De allí que su primer nombre fuera el de “Monumento a Carabobo”. Sin embargo, este plan cambió luego del derrocamiento de Cipriano Castro por su compadre Juan Vicente Gómez en 1908.
El nuevo mandatario no consideró apropiado que un desnudo presidiera un lugar como Carabobo y decidió destinar el monumento a una zona entonces ubicada en las afueras de Caracas y que ya se perfilaba como lugar de residencia de las clases acomodadas de la capital: El Paraíso.
Eso sí, Gómez se aseguró que en el monumento se grabara el lema de su régimen: “Orden, Paz y Trabajo”. La inauguración de la obra finalmente tuvo lugar el 28 de octubre de 1911.
El “Monumento a Carabobo” estuvo durante medio siglo en las cercanías del hoy desaparecido Hipódromo Nacional de El Paraíso. El propio Juan Vicente Gómez bautizó como “La Muñeca” a la escultura desnuda de la cúspide y así se la conoció hasta su actual denominación de “La India”.
Durante mucho tiempo se debatió sobre la identidad de la joven que sirvió de modelo a la India de El Paraíso. Más de una mujer de la alta sociedad caraqueña fue señalada como tal e incluso se pensó en la madre de la reina de belleza Susana Duijm. Sin embargo, lo más probable es que fuera alguna modelo alemana, pues Eloy Palacios fabricó el monumento en Múnich, donde vivía y tenía su taller.
Asimismo, por algún tiempo se creyó que si las parejas de enamorados daban una vuelta en carro alrededor de La India sin dejar de mirarla, su amor duraría para siempre. Es de suponer que tal costumbre se saldó con unos cuantos accidentes.
Modernización y cambios
A finales de la década de 1950, Caracas sufrió un importante proceso de modernización que entre otras cosas se tradujo en la construcción del distribuidor vial “La Araña”, parte de cuyo tramo pasaba por el lugar donde se alzaba la India de El Paraíso desde su inauguración en 1911.
Por tal razón, se hizo necesario reubicar el monumento. La escultura de Eloy Palacios fue desmontada y trasladada en 1966 a su ubicación actual, la llamada “redoma de la India”, en la intersección de cuatro importantes avenidas capitalinas: Páez, O’Higgins, Teherán y Principal de La Vega.
Ñapa: El hospital que nunca fue
Cerca de la India se encuentra un edificio de 19 pisos que por mucho tiempo fue conocido como “el Cristo” por algunos detalles de su fachada que lucen semejantes a crucifijos.
Al igual que el monumento de Eloy Palacios, esta edificación tuvo un destino original que no se cumplió. Su construcción se inició a mediados de la década de 1950 bajo el nombre de “Edificio Corporación Medico-Quirúrgica, C.A.” y con la intención de que en sus instalaciones funcionara el mayor y más moderno hospital de Latinoamérica.
El derrocamiento de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez en 1958 paralizó las obras, que para entonces ya estaban bastante avanzadas. El edificio permaneció abandonado durante décadas hasta que un grupo de empresarios adquirió el inmueble, lo renovó y transformó en el actual Conjunto Residencial Parque La India.
