La historia de Empresas Polar (1939-1962)
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Empresas Polar inicia su historia al finalizar en 1935 la dictadura del general Juan Vicente Gómez, el joven abogado caraqueño Lorenzo Alejandro Mendoza Fleury se hizo socio principal de la empresa familiar «Mendoza y Compañía», que inicialmente fabricaba velas y jabones. Justo al estallar la Segunda Guerra Mundial, Mendoza Fleury tuvo la idea de establecer una compañía cervecera. El proyecto implicaba grandes riesgos, pero comenzó a hacerse realidad
cuando el barco que transportaba desde Europa la primera paila de cocimiento logró cruzar el océano para llegar finalmente a Venezuela, en la Navidad de 1939.
Poco más de un año después, el 14 de marzo de 1941, se iniciaba la historia de Cervecería Polar C. A., con capital totalmente venezolano, en la pequeña planta de Antímano, al oeste de Caracas. La iniciativa daba sus primeros pasos hasta que en 1943, ingresó en la empresa Carlos Roubicek, un joven maestro cervecero checoslovaco de religión judía, quien había emigrado a Ecuador durante la segunda guerra mundial.
Cuatro meses después de su ingreso, Roubicek planteó a la Junta Directiva la necesidad de cambiar la fórmula del producto, pues detectó que el consumidor deseaba una cerveza más refrescante. Así logró reformular la cerveza Polar, adaptándola al gusto del consumidor.
En esa época, la empresa producía aproximadamente 30 mil litros mensuales de cerveza y contaba con 50 trabajadores, y debió enfrentar la competencia de otras 14 marcas, lo que fue sorteado tanto con la calidad del producto como con un equipo humano de ventas.
Si bien la rigurosidad con la que los Maestros Cerveceros elaboraban la cerveza Polar había sido determinante en el éxito del producto, también lo era una estructura de distribución eficaz que garantizara el crecimiento sostenido del mercado y la capacidad de satisfacer a los clientes.
Nace entonces, en 1948 y bajo la visión de Juan Lorenzo Mendoza Quintero, la primera compañía comercializadora de los productos de Cervecería Polar. De esa manera, este ingeniero industrial visionario e incansable, junto a pioneros como los hermanos Augusto y Ramón Gallardo, Antonio Aldazoro y el popular “Gato” Landaeta, entre muchos otros, hizo posible la sólida conformación de la estructura de ventas y distribución que llevó a Cervecería Polar al liderazgo que hoy mantiene.
En 1950 se inician las operaciones de una segunda planta cervecera, localizada en Barcelona, estado Anzoátegui, en el oriente del país; al año siguiente, se suma otra en Los Cortijos, en Caracas complementando la producción de la planta de Antímano. En 1951 fue presentada la primera bebida no alcohólica de Cervecería Polar denominada Maltín Polar. En 1960 se sumaría otra planta cervecera en Maracaibo, para atender el occidente del país.
Contando para entonces con tres plantas cerveceras en operación y siendo las hojuelas de maíz uno de los ingredientes principales de la fórmula de cerveza ideada por Roubicek, la empresa decidió construir su propia planta procesadora de maíz en Turmero, estado Aragua, con el fin de sustituir la importación de esta materia prima. Esta decisión sería un paso determinante en el posterior desarrollo del negocio de alimentos.
La creación de la emblemática harina P.A.N., fue en aquella Venezuela de 1960. Para esa época la arepa, el plato típico del venezolano, corría el peligro de desaparecer de los hogares por su laboriosa preparación,en un país que comenzaba a experimentar cambios en su ritmo de vida. Este innovador producto, creado por el espíritu emprendedor y creativo de Juan Lorenzo Mendoza Quintero y el maestro Carlos Roubicek, marcó un antes y un después en la mesa del venezolano, al industrializar la harina precocida de maíz, haciendo mucho más rápida y sencilla la preparación de la arepa.
En 1962, a sus 35 años de edad, Juan Lorenzo Mendoza Quintero afirmaba: “en la vida todo se puede construir y hacer, siempre y cuando sea para el bienestar general”. Un profundo sentimiento de confianza en la gente y amor por Venezuela inspiró en él iniciativas y proyectos que le iban a permitir ser útil al país y cumplir así uno de sus principios de vida. Ese mismo año, Juan Lorenzo moriría repentinamente dejando muchos sueños inconclusos.
Información tomada de Wikipedia y su página web.