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Dieta cetogénica y ayuno: ¿La clave de la salud?

Dieta cetogénica y ayuno: ¿La clave de la salud?

dieta cetogénica

Nuestros cuerpos son lo que son hoy gracias a años de evolución, años de adaptación a situaciones de escasez y ausencia de alimentos donde la actividad física elevada y constante eran necesarias para obtener alimento. Por ejemplo, el hombre cavernícola que se mantenía a sí mismo y a su tribu por la permanente caza de animales salvajes y en menor medida, a la búsqueda de alimentos vegetales disponibles según la ubicación geográfica y estación. Además, expuestos a diversas condiciones ambientales y con frecuencia a la ineludible ausencia de alimentos con las que sus cuerpos debían lidiar.

Si bien es cierto que en la época actual la esperanza de vida ha aumentado con los avances de la medicina, también es cierto que cada vez son más el número de personas enfermas y a más temprana edad. Enfermedades como cáncerdiabetes, enfermedades cardiovasculares obesidad se están viendo en gran cantidad de individuos. Cada vez hay más personas jóvenes pero dependientes de medicinas y de atención sanitaria para aliviar sus dolencias que, en la mayoría de los casos, son prevenibles.

Pero, ¿por qué? ¿Qué estamos haciendo mal?

Ante la necesidad de revertir esta tendencia, algunos expertos se han enfocado en explicar qué estamos haciendo mal, o a qué estamos expuestos que nuestros cuerpos se están enfermando con más frecuencia. La conclusión es que somos cuerpos paleolíticos atrapados en una burbuja de civilización.

Estamos en una modernidad caracterizada por exactamente lo opuesto para lo que se prepararon nuestros cuerpos y dicen nuestros genes. Muy poca actividad física, abundancia de alimentos poco nutritivos cargados de carbohidratos refinados y grasas inflamatorias (muchas veces modificadas por la industria), que además consumimos muchas veces en el día; es en gran parte lo que estamos haciendo mal.

Mientras nuestros antecesores se esforzaban para alimentarse fundamentalmente de la carne y grasa de animales que podían cazar (similar a una dieta cetogénica), alternado con períodos de ayuno ante la adversidad de no encontrar alimento; nosotros tenemos la facilidad de encontrarlos procesados, la mayoría de los cuales son a base de carbohidratos y azúcar, sin hacer mucho esfuerzo y consumiéndolos varias veces al día.

No podemos cambiar la forma como funciona nuestro mundo ni la dinámica que ha encontrado la humanidad para ser lo que es ahora; sin embargo, podemos tomar decisiones saludables diariamente que nos ayuden a mantener la calidad de vida. Y la decisión más importante comienza por los alimentos que consumimos día tras día.

Entonces, ¿Cómo mejorar nuestra salud?

Es claro que muchas veces existe una predisposición genética para desarrollar ciertas enfermedades, pero nuestro ADN puede ser modificado por nuestros hábitos regulares (epigenética) y es allí donde cada uno de nosotros debemos enfocar nuestros esfuerzos para mantenernos sanos.

Una alimentación o dieta lo más natural posible basada en carnes de pastoreo, vegetales orgánicos y grasas prensadas al frío o naturales (coco, aguacate y con moderación frutos secos) es lo más recomendable. Acompañada, con moderación, de tubérculos, plátano y frutas que son las principales fuentes de carbohidratos más saludables. Esta forma de alimentarse es similar a la que consumían nuestros antecesores paleolíticos, es la que mejor se adapta a las necesidades de nuestros cuerpos y es la base del Protocolo 3R.

dieta

Una vez que una alimentación o dieta adecuada está establecida, se pueden realizar ayunos intermitentes o prolongados, ajustado a las cualidades de cada individuo. Y es allí donde la asesoría de un especialista es de gran utilidad, ya que se hacen adaptaciones específicas para potenciar la salud.

El ejercicio físico regular es fundamental, debe ser diario o al menos 5 veces a la semana de moderada a elevada intensidad según tu capacidad o condición. El tipo de ejercicio dependerá de cada quién, lo importante es que lo disfrutemos para no dejar de hacerlo.

Y como cada hábito suma, la práctica de rutinas que nos asemeje más al hombre de las cavernas puede ser beneficiosa. Exponerse al sol regularmente, caminar descalzo sobre la arena o césped, disfrutar de paisajes naturales, reducir la exposición a objetos que emitan ondas electromagnéticas, dormir lo suficiente, son solo algunos ejemplos.

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Lic. Andrea García – Equipo NutriWhite


Referencias bibliográficas:

Rol de la Ketodieta en la prevención del cáncer (2017). https://blog.terapiametabolica.com/rehabilitacion-metabolica#_ftnref7

Documental Cáncer y civilización. En búsqueda de la salud perdida. (2016) https://www.youtube.com/watch?v=tE8AISBuNOU

Todo por ganar con dieta cetogénica en TGD, Autismo y otras condiciones neurológicas

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