Las Traslaciones de Isabel Cisneros están en el CCBOD

El Centro Cultural B.O.D. nos ofrece la oportunidad de disfrutar de la exposición Traslaciones obra reciente de la artista plástico Isabel Cisneros, una muestra que nos conecta directamente con nuestras raíces que se entretejen para formar los recuerdos. El recorrido que se lleva a cabo dentro de traslaciones evoca a la herencia familiar, al valor de la memoria y a la huella única y auténtica que deja el aprendizaje del trabajo manual que se mueve al ritmo de la poesía. El trabajo de Isabel Cisneros nos hace reflexionar sobre nuestras conexiones personales en donde estamos entrelazados por hilos invisibles dentro de relaciones humanas que a veces atan y otras se entretejen para sanar las heridas suturando el alma.

Palabras de Víctor Vargas Irausquín (Presidente del BOD)

“Recorrer esta propuesta de Isabel Cisneros, es reconocer desde los objetos cotidianos de un taller de costura a nuestra compleja sociedad demarcada por patrones, que definen momentos de nuestras vidas que luego cortamos, hilvanamos, unimos y remendamos”.

Compartiendo con Isabel Cisneros

“Tengo varios años trabajando con la reutilización de los materiales, buena parte de ellos me llegan por medio de donaciones de conocidos y otros los compro aprovechando momentos de remate, luego dejo que el material me hable, lo coloco sobre la mesa y comienzo a experimentar con él, así probando tras ensayo y error el material expresa lo que contiene, lo interesante de este sistema es que el material en sí tiene una doble memoria: la primera sobre su configuración física, es decir, que si se dobla o no, que si queda marcado al tacto, que si lo puedo perforar, etc., y la segunda es muy interesante porque responde al fin para el cual fue hecho en un principio y la historia de quien lo ha utilizado cuando se trata de un material que no es nuevo.

En el 2014 yo inicié trabajando sobre el papel, generé mis propias pulpas de papel partiendo de unos viejos libros de mi padre, de repente comencé a leerlos y empecé a interesarme en el contenido y descubrí que allí había una tercera memoria adicional. Quedé fascinada con el ejercicio de dibujar sobre el papel con hilos de costura y, en un momento, voluntariamente comencé a buscar material de lectura sobre costura, ya que era la representación perfecta de la conexión entre la costura en el ejercicio y un material textual impreso en papel que se refería precisamente a esa acción. Por coincidencias muy grandes que ofrece la vida llegó a mí un donativo muy grande de patrones de costura y di inicio a este proceso creativo.

Primero vino la preocupación de tratar al material con delicadeza, ya que se trataba de patrones muy viejos y debían ser manipulados con sumo cuidado. Hay encartados gratuitos que son de baja calidad y a partir de allí manipulé los sobres de los patrones de costura y organicé los grupos  y los movimientos que conforman esta exposición que está realmente fundamentada en mi relación, mi memoria y mis afectos que conectan con el tema de la costura. Hay piezas que son un homenaje a la materia textil en sí misma como la tela, y otras que son un homenaje al orden dentro del taller del sastre, a su estructura, las costureras no lo hacen tanto, mi pieza favorita es un guiño a esa forma de organizar del sastre.

Mientras que existen obras que están conectadas a la relación de la arquitectura y la inteligencia que se debe poseer para descomponer el cuerpo humano en formas planas, y a partir de allí se generan los dibujos de este grupo de piezas, existe otro grupo al que denominé como el de la fantasía, ya que tiene que ver más bien con la acción de realizar los bocetos de la ropa como tal, la creatividad que surge al imaginarnos los colores, las formas, el estampado y las texturas que deseamos tenga una prenda de vestir.

Hay catálogos de dibujos que son patrones gráficos derivados de los patrones que están inspirados en las líneas de las piezas del otro grupo y otras piezas son los sobres que contienen los patrones de costura, los cuales yo preparé para hacer remembranza de la acción de búsqueda que antiguamente se hacía con ellos en las tiendas a manera de ficheros, como cuando se investigaba en una biblioteca.

Otro grupo tiene que ver con la contundencia de la cantidad de información que hay detrás de todos estos materiales, pero que además se presentan con ese dejo indeleble de la información valiosísima que pasa de boca en boca dentro de las generaciones de un grupo familiar. Por ejemplo, yo creo que hasta el diseñador de modas más preparado a nivel profesional tiene en su memoria alguna técnica enseñada por su abuelita o algún familiar, alguien que le dijo por primera vez cómo se debía ensartar una aguja o cómo se debía colocar un botón. Eso lo representé en conjuntos de instructivos.

Y luego, otro grupo es el producto de un juego formal que establecí con las marcas de los patrones, y estoy cerrando con dos piezas que son muy íntimas: la primera se llama autorretrato que viene siendo un dibujo de mi misma, fui generando cada uno de los dibujos pensando en personas que me han marcado y formando el patrón con el cual he conformado mi propia historia, dejé plasmadas allí personas importantes en mi vida. Y la segunda y última es mi nombre en un código de barras, la cual plasmé a manera de firma hecha en costura como una cinta.

Estoy consciente de que una gran parte de los espectadores que visitan la muestra se van a conectar con su historia, aquí yo hago un giño a mi abuela y a su cuarto de costura, es mi búsqueda profunda de la memoria. En lo personal de mi trabajo también desarrollo una conexión con el concepto de la acumulación de materiales que se podrán utilizar en otra oportunidad, ese gesto de no ser botarate. Es muy conmovedor que me regalen esos tesoros. Existe una cultura de valorizar cada trozo o cada pieza, el aprendizaje de economía en este tipo de labores es muy particular, se genera un afecto hacia los objetos.

Los materiales ya no son de la misma calidad pero yo tengo la obsesión de coleccionar algún tipo de herramienta, como por ejemplo las tijeras. Por donde paso compro un paquetico de agujas y lo guardo. Las máquinas de coser son algo increíble, tienen básicamente el mismo diseño de cuando fueron creadas y casi todo el mundo tiene en su casa la que fue de su madre o se su abuela, es decir que perduran en el tiempo de la historia familiar por varias generaciones como un símbolo del valor del aprendizaje.

Esta historia me parece sumamente humana, es la contracara de la última tendencia de ir a toda velocidad creando un hiperdesecho de exceso de cosas digitales, esto es todo lo contrario porque existe un afecto por las herramientas; la tecnología hoy día hace que se desechen aparatos pero en la costura mientras más antigua sea la herramienta, más valiosa será e incluso de mejor calidad”.

Un consejo para los jóvenes que sienten el llamado del arte

“Deben invertir todo el tiempo posible en responder a ese llamado, cuando caminen, cuando se bañen, no les de miedo probar y descartar, hay que empaparse y mojarse, la única manera de encontrar tu propio lenguaje es formarse académicamente pero también ver el trabajo de los compañeros y revisar y viajar, en nuestros país podemos ver el trabajo en vivo de mucho talento, la cosa no es de un día para otro, no tengan temor en deshacer y echar para atrás, porque entre el ensayo y el error se consigue el camino”.

Extracto del texto de Lorena González Inneco (Curadora de la muestra)

“Entonces entendí lo que de forma involuntaria me ocurrió cuando al abordar este trabajo como curadora me remití a los juegos de mi infancia. Fue una trampa de la memoria que me trasladó a aquel momento lejano donde hurgaba palabras en el diccionario, las transcribía, observaba sus oscilaciones y quedaba viéndolas, pequeña y postrada ante la complejidad de aquellas grafías rasgando la blancura del papel y el vacío estridente de todo lo que podían construir en el infinito enlace de causas y consecuencias que albergan sus significados”.

La invitación es a no perder la oportunidad de conocer las traslaciones de Isabel Cisneros, la cita promete llevarlos por un viaje a través de la memoria en el Sótano 1 del Centro Cultural BOD en La Castellana.
Para mayor información:
www.centroculturalbod.com