Artista Plástico: traductor de la permeabilidad
En nuestro país se celebra el día del Artista Plástico el 10 de mayo desde 1983, para conmemorar la fecha del natalicio de nuestro «Artista de la Luz», el Maestro Armando Reverón. En su honor, y llenos de una profunda admiración hacia todos los profesionales de las Artes Plásticas compartimos a continuación nuestro sincero homenaje:
Desde el inicio hemos indagado sobre las razones por las que el ser humano sintió la necesidad de expresarse a través de lo que hoy denominamos arte. Nuestras primeras huellas conocidas, clasificadas como Arte Prehistórico, son el punto de partida para la investigación y la conformación de hipótesis que nos ayudan a comprender lo que detonó la idea de plasmar imágenes en las cavernas, más tarde elaborar las primeras esculturas de bulto y luego decorar la cerámica.
El deseo de representar nuestro entorno, de agradecer a la naturaleza el suministro de los recursos necesarios para la supervivencia, transmitir conocimientos adquiridos por medio de la experiencia a las siguientes generaciones, demarcar la vivienda como propiedad, entretenimiento, comunicación por medio del relato de historias, hablar de una idea o un descubrimiento, alcanzar la inmortalidad, expresar un sentimiento, la adoración religiosa, son algunas de las razones que llevaron al hombre del Paleolítico a identificarse a sí mismo como “ser humano”, distinto de los demás animales.
Durante esta época se llevaron a cabo acontecimientos que cambiaron para siempre nuestra percepción del mundo, y siguen siendo hoy día la raíz del deseo y la necesidad que por herencia ancestral lleva intrínseco el palpitar del corazón dentro del Artista Plástico.
El día en que aquel hombre prehistórico descubrió que tenía la capacidad de ser un ser creador, y transformar los elementos para fabricar cosas nuevas, utilitarias y narrativas, ese día estableció los conceptos de “Fluidez y Permeabilidad”. La Fluidez nos otorgó la habilidad de cambiar las características que le damos a todo lo que nos rodea según clasificaciones, por ejemplo: otorgarle a un árbol la capacidad de hablar o a una tortuga la de volar.
Mientras que por su parte, La Permeabilidad nos permitió romper las barreras entre nuestro mundo y el de los espíritus, el nacimiento del concepto de que cada uno posee un “Alma” y el establecimiento de la posibilidad de comunicación entre ambos mundos a través del arte.
De esta manera los primeros Artistas Plásticos de aquella época inicial dieron los pasos necesarios para otorgarle al hombre su “Humanidad”, generando las bases del pensamiento plástico y el conocimiento de lo mágico religioso.
En la actualidad aquellos elegidos y bendecidos con el don de la observación y la comunicación llevan dentro la responsabilidad de recordarnos constantemente quiénes somos, de dónde venimos, hablar de lo desconocido y mantenernos conectados con el otro mundo a través de cada obra, cada pieza que hace la función de transformarse en puerta o ventana. El Artista Plástico nos enseña a no dar todo por sentado, a colocar a un lado nuestro ego y a no sentirnos dueños de la verdad absoluta.
Eso que llamamos la Experiencia Estética es precisamente la conexión que el Artista logra por medio de un sinfín de variadas técnicas y diversos materiales, conexión entre nosotros y aquello que está a nuestro alrededor o más allá, aquello que nos recuerda lo frágil y al mismo tiempo lo poderosos que podemos ser.
Admitir que no podemos controlarlo todo, pero que sí podemos marcar diferencias, así los Artistas Plásticos cumplen un papel invalorable dentro de nuestra sociedad, haciendo investigación y llamados de conciencia, colocando espejos ante nosotros los espectadores. Está claro que sin ellos nuestro mundo estaría perdido, sin color, sin texturas, sin luz.
Gracias a todos y cada uno de ellos por luchar contra la incomprensión, la ignorancia y los prejuicios. Gracias por ser en la actualidad los guías y la voz de una sociedad que parece poder perder el rumbo con facilidad. Gracias a todos los Artistas Plásticos, y Felicidades por desarrollar tan hermosa y delicada labor cuando aceptan ser los traductores fieles de la permeabilidad.
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