Cine venezolano: Películas que han marcaron una diferencia
El cine venezolano, indudablemente cada vez más se abre paso entre los mejores del mundo. Es asombroso mirar atrás y pensar que todo inicio en 1897, cuando se estrenaron estas dos películas: Célebre especialista sacando muelas en el Gran Hotel Europa, y Muchachos bañándose en la laguna de Maracaibo. Ambas de Manuel Trujillo Duran se proyectaron un 28 de enero en el teatro Baralt de Maracaibo, cuyo nombre lleva consigo una bonita historia en honor a Rafael María Baralt, un reconocido venezolano, quien fue el primer hispanoamericano en ocupar un sillón en la Real Academia de la Lengua Española.
A medida que avanzan los años, encontramos diferentes películas que han posicionado a Venezuela. Entre ellas, una de las mejores premiadas es el documental, Araya de Margot Benacerraf en 1959, con trama que logra exponer los cambios en el vivir venezolano. Sin embargo más allá de este documental, estas son algunas de las películas venezolanas que han marcado una diferencia:
- Oriana, 1985:
Un film venezolano inspirado en el libro de Marvel Moreno, nos envuelve en toda una trama de suspenso, relatando en distintos tiempos la historia de la tía de María: Oriana. Por otro lado es una historia reflexiva en la que muestran a María, como una mujer joven, cuya vida es acomodada, pero insatisfecha. En esta trama, una de las cosas más interesantes son las recreaciones de otras películas, como Viaggio in Italia. Más allá de esto, a penas empezar a verla, la historia te envuelve, filmada en una hacienda que esconde los secretos de Oriana, en conjunto con un amorío prohibido que llevara a la muerte a alguno de los personajes.
- Azul y no tan rosa, 2012:
Una trama que ha sido poco explorada en el cine venezolano, pero que inigualablemente fue un éxito en taquilla, en la que más de uno salió conmovido, Esta película narra la historia de un fotógrafo gay que tiene que lidiar con su hijo que no sabe que su papa es gay, su pareja, la homofobia y demás situaciones que serán un cúmulo de cuentos llenos de tensión, drama, dolor y amor.
- A mí me gusta, 2008:
Con trama un poco a lo Hollywood, pero caracterizada por la índole venezolana marca un punto y aparte entre las demás. Mostrando la cultura en Venezuela de la mano de nuestra gastronomía y una historia de amor que entre tanto drama, seguramente te reirás. Su protagonista Margarita, es una chef que busca la fama en Londres, pero surgen algunos imprevistos.
- La casa del fin de los tiempos, 2013:
Sin duda este film marco una diferencia, entre las películas de terror y suspenso, acompañada de grandes actores que con su magia nos incluyeron en la trama, dándonos más de un susto. Una historia que cuenta la vida de Dulce, su esposo y sus dos hijos quienes vivían en una casa antigua, esta es narrada en distintas épocas cuando 30 años después Dulce decide volver a la casa, para aclarar lo sucedo.
- La distancia más larga, 2014:
Un film lleno de paisajes hermosos, narra una historia familiar, llena de sentimientos y encuentros. Tras la muerte de su madre, un joven decide huir de su casa en busca de su abuela, la cual emprende un viaje al Roraima en busca de un último adiós al enterarse de su enfermedad terminal.
- Pelo malo, 2013:
Ganadora de la concha de oro en el Festival de San Sebastián, esta película toca el tema de la identidad a través de un joven que desea alisarse el cabello para lucir como un cantante en la fotografía de la escuela, ante ello su madre se opone, por lo que recurre a su abuela en donde encuentra apoyo. Una de las escenas más entrañables es cuando ambos empiezan a bailar una canción que en Venezuela fue muy escuchada en la década de los 60: Limón, limonero. Sin embargo este film enfoca un tema bastante interesante y reflexivo.
Finalmente, esas son algunas de las mejores, pero no podemos olvidarnos de: Hermano, Piedra, Papel y Tijera, Desde Allá, Elipsis y obviamente Papita, Maní y Tostón ya sea la 1 o la 2, ambas siempre hacen reír.
Cuéntanos, ¿Cuál crees que ha marcado una diferencia en el cine venezolano?