José Solano y Bote, fundador de Chacao
El actual municipio caraqueño de Chacao fue originalmente un pueblo y su existencia se debe a una de las figuras más interesantes de la España del siglo XVIII, pues destacó como marino, explorador, geógrafo, gobernador y administrador: José Solano y Bote.
Inicios marítimos y venezolanos
José de Solano y Bote Carrasco y Díaz nació el 6 de marzo de 1726 en Zorita, Cáceres, en el seno de una familia hidalga. Aunque vino al mundo lejos del mar, su larga vida estaría ligada al océano, donde combatiría contra Inglaterra, la gran enemiga de España en ese entonces, y sería conocido como “El Terror del Atlántico”.
En 1742, con apenas 16 años, nuestro personaje ingresó como Guardiamarina en la Real Armada Española, institución a la que estaría ligado durante los siguientes 64 años. En 1744 participó en su primer combate naval y en 1748 efectuó labores de espionaje naval e industrial en Londres.
El primer contacto de Solano con la entonces provincia de Venezuela data de 1754 cuando fue nombrado cuarto comisario de una expedición destinada a fijar los límites entre las colonias españolas y portuguesas al norte del río Amazonas.
A lo largo de los siguientes siete años, los expedicionarios recorrieron el sur de Venezuela y navegaron el río Orinoco. La empresa fue difícil debido a la muerte de varios de sus miembros y los enfrentamientos con tribus hostiles. Pero se saldó con un mayor conocimiento del territorio y la fundación de pueblos como San Fernando de Atabapo, en el actual estado Amazonas.
Los logros alcanzados en esta aventura llevaron a que Solano fuera designado en 1763 Gobernador y Capitán General de la provincia de Venezuela, cargo que desempeñó hasta 1771.
Chacao y mucho más
Durante sus ocho años al frente del actual territorio venezolano, José Solano y Bote combatió el contrabando, incrementó los ingresos de Hacienda y fomentó la agricultura y la industria. Asimismo, ordenó en 1766 la edificación del Fortín Solano para proteger la ciudad de Puerto Cabello de ataques navales.
A mediados de 1769, Solano hubo de encarar los prejuicios de la muy jerarquizada sociedad caraqueña de la época, cuando un grupo de oficiales pertenecientes a la aristocracia criolla exigió la expulsión de Sebastián de Miranda Ravelo (padre del futuro prócer Francisco de Miranda) del batallón de milicias de blancos de Caracas por ser canario, comerciante de profesión y estar casado con una panadera, lo que, a ojos de los demandantes, lo hacía socialmente “inferior” e indigno de pertenecer al mencionado cuerpo.
El gobernador Solano se solidarizó con Miranda y envió un informe a España con los detalles del caso. Más de un año después, el rey Carlos III falló terminantemente a favor del comerciante y prohibió cualquier hostigamiento o persecución en su contra.
Otra demanda que hubo de atender José Solano y Bote en su rol de gobernador estaba relacionada con una sabana ubicada en las cercanías de Caracas y conocida como “Chacao” por el cacique indígena homónimo que luchó contra los conquistadores españoles a finales del siglo XVI. El nombre “Chacao”, por cierto, se traduce como “arenal” o “lugar donde abunda la arena”.
En aquella zona ya existían numerosas estancias, haciendas agrícolas y casas de recreo de las familias más ricas de Caracas. Asimismo, había habido varios intentos frustrados de trasladar la capital a Chacao. Cada vez era mayor el interés de establecer una población permanente en el lugar.
Solano se hizo eco de estas demandas y fundó el pueblo de San José de Chacao el 19 de abril de 1768 en terrenos del sudeste de la hacienda San Diego, donados por su propietaria, Rosa Pantoja. En el acto estuvieron presentes varias de las personalidades más distinguidas de la capital, como Juan Vicente Bolívar y Feliciano Palacios y Sojo, padre y abuelo de Simón Bolívar.
Igualmente, un tío abuelo del futuro Libertador, Francisco Palacios y Sojo, fue nombrado primera autoridad del nuevo pueblo.
José Solano y Bote también apadrinó y promovió la construcción de la primera capilla pública del lugar y la fundación de la parroquia de San José de Chacao el 30 de septiembre de 1769.
Vida posterior y homenajes
Tras finalizar su período en Venezuela, Solano se desempeñó como gobernador y capitán general de Santo Domingo entre 1771 y 1779 y contribuyó a demarcar los límites entre las actuales República Dominicana y Haití.
También participó en el bloqueo naval a Inglaterra en 1779 y se involucró en el respaldo que la Corona Española dio a los colonos norteamericanos en su guerra de independencia contra Inglaterra. En ese sentido, el apoyo naval que prestó Solano al gobernador de Luisiana, Bernardo de Gálvez, fue decisivo para el triunfo español en la batalla de Pensacola (Florida), en mayo de 1781, hecho que supuso un duro revés para los ingleses.
En dicho combate participó el caraqueño Francisco de Miranda, hijo de aquel comerciante agraviado por la aristocracia criolla cuando José Solano y Bote era gobernador de Venezuela.
Por su labor en Pensacola, Solano recibió el título de marqués del Socorro, distinción que todavía ostentan sus descendientes. Esa batalla, por cierto, es la que se ve en el fondo del retrato más conocido de nuestro personaje, realizado por un artista anónimo y expuesto en el Museo Naval de Madrid.
En sus últimos años, José Solano y Bote ejerció funciones de consejero de Estado, fue nombrado IX capitán general de la Real Armada Española y se encargó de escoltar a España a María Antonia de Nápoles, primera esposa del futuro rey Fernando VII. Murió en Madrid el 24 de marzo de 1806 a la edad de ochenta años.
El legado de Solano sigue vigente en Chacao, hoy uno de los municipios más ricos de Venezuela. En la parte superior central del Escudo de Armas municipal figura la corona del marqués del Socorro y la faja de gules central incluye la cruz de la Orden de Santiago, ostentada por José Solano y Bote desde 1763.
Igualmente, el Consejo Municipal de Chacao instituyó en 1997 la Condecoración Orden “Don José Solano y Bote”, dividida en tres clases (“Gran Cordón”, “Comendador” y “Oficial”) y cuya finalidad es reconocer, según rezan sus ordenanzas, “el trabajo de destacadas personas naturales o jurídicas, nacionales o extranjeras que realicen o hayan realizado una o varias labores en el ámbito social, cultural, histórico, deportivo, científico o tecnológico orientadas al progreso y bienestar de la comunidad de Chacao”.
