Las FITOFORMAS de David Molina-Molina se encuentran en Spazio Zero

La sutileza, la elegancia y un gran cuidado en los detalles caracterizan el trabajo del artista David Molina-Molina, quien demuestra un excelente manejo de las técnicas que requiere su profesión. A través de un recorrido que nos transporta de inmediato a un punto medio: entre la naturaleza que recobra de forma espontánea los espacios que el humano se empeña en controlar, y la comprensión de cada visitante que se identifica como un elemento más perteneciente a esa misma naturaleza de la cual depende y a la cual necesita regresar.

Cada una de las FITOFORMAS que conforman la muestra son el producto de un arduo proceso de observación y de estudio. Las obras evocan el equilibrio ideal con el que muchos soñamos mientras atravesamos este difícil proceso de pandemia, Molina-Molina nos recuerda que con paciencia y dedicación se pueden alcanzar grandes metas, mientras nos invita a realizar una profunda reflexión sobre el papel que cada uno de nosotros desempeña dentro del ecosistema al que pertenecemos, bajando un poco los niveles al ego y aceptando un poco más nuestra evidente fragilidad.

“A través de medios como la cerámica, el collage y la fotografía, el artista propone la construcción de una iconografía paisajística que obedece a búsquedas individuales, entre siluetas que se inscriben en una tradición de formas orgánicas (presentes a lo largo de la historia de la cerámica en Venezuela), que a su vez se desprenden de los convencionalismos propios de la técnica para situar su lenguaje en una experiencia contemporánea del entorno”, expresa Vásquez-Ortega en el texto que acompaña la muestra.

Por su parte, David Molina-Molina afirma que plasma sus reflexiones sobre las cualidades que adquiere un paisaje al ser delimitado y sometido por el ojo humano, así como también sobre su fisonomía y las relaciones de orden que éstas articulan.

“Mis proyectos tienen un especial interés en reinterpretar las formas de la naturaleza para construir ideas y contenedores que condensen el gesto y la sensibilidad de las formas que tanto busco cuando veo y siento un paisaje. La expresión material es coincidente en mi lenguaje plástico, la escultura como principal medio expresivo me permite resumir las conexiones entre naturaleza y ser humano para reconstruir el entorno físico captando el gesto y esencia a través de formas que conquistan la realidad sensible”.

Asimismo, Molina-Molina explica que para esta muestra partió del trabajo de exploradores viajeros como Auguste Morisot, Henri Pittier y especialmente de Alexander Von Humboldt, quien enmarca al paisaje dentro de una imagen poética que describe minuciosamente ítems que configuran y recrean la esencia tangible y el espíritu del paisaje.“ Al delimitar el área de estudio orgánicamente se fueron materializando y conceptualizando ideas y discursos, mi lenguaje se colmó de formas fitomórficas, materiales ajenos a la cerámica se iban sumando y proponiendo nuevos significados, las esculturas comenzaron a integrar medios  industriales como hierro, aluminio, plástico, madera y concreto”.

Nacido en Mérida en 1990, David Molina-Molina ingresa en 2010 en la Facultad de Arte de la Universidad de los Andes – Venezuela y egresa como Licenciado en Artes Visuales en 2016. Paralelo a sus estudios en 2015 ingresa a los talleres de producción de la Facultad de Arquitectura y Diseño Industrial de la Universidad de los Andes donde se especializa en cerámica escultórica, tecnología de los esmaltes y tecnología de los materiales. Desde 2014 expone su trabajo a nivel nacional e internacional. Ha sido reconocido con El Tercer lugar en el 14° Salón Nacional de Jóvenes Artistas, Museo de Arte Contemporáneo del Zulia, Maracaibo Edo. Zulia – Venezuela y el primer lugar en el V Blanco y Negro. Ateneo de Maracaibo Centro Bellas Artes. Maracaibo Edo. Zulia – Venezuela.

CONVERSANDO CON David Molina-Molina (Exposición FITOFORMAS)

Observé que las cercas se habían transformado en límites de construcción de los paisajes, entonces tomé elementos de las cercas, que al ser objetos de creación industrial muy comunes todos podemos identificar, y puede observar cómo las plantas tratan de devorarlos, tratan de reconquistarlas, así como nosotros tratamos de conquistar a la naturaleza con nuestras construcciones. Así nació una de mis obras con unas piezas inspiradas en la flor del Romelino, que es una planta muy común y que podemos identificar por sus flores pequeñitas muy parecidas a las margaritas, ellas crecen libremente y retoman esos espacios que los humanos queremos identificar cómo nuestra propiedad.

Toda la muestra está basada en ese proceso a través del cual la naturaleza trata de rescatar su territorio invadido, trata de incluir lo urbano a un nuevo paisaje. La arquitectura y la geografía que la rodea de funden en una nueva conexión. Mi objetivo es que finalmente seamos consientes de que esa relación ya existe, y de hecho vivimos dentro de ella. Nuestras vidas se desarrollan en una especie de armonía que logra la naturaleza dentro de la ciudad.

Es muy natural que se tengan jardines dentro de nuestras casas, y que veamos las plantas que crecen entre las aceras, hay como una suerte de conciencia sobre esta conexión, que no es nueva, que tiene mucho tiempo existiendo, pero de la cual recientemente estamos teniendo mayor conciencia como producto del confinamiento.

En la muestra desarrollo lo que veo, lo que investigo y posteriormente lo manifiesto. Cómo la pieza que aquí les muestro: ella es un manifiesto del «Tercer Paisaje», se trata de esos oasis que se generan en la ciudad cuando algunos insectos polinizadores se instalan en algunas superficies de la arquitectura y diseñan micro paisajes, donde se detienen a alimentarse para seguir desde allí polinizando a las plantas de nuestros hogares. Esas son las relaciones que se van construyendo en la muestra a medida que se realiza el recorrido. Un año y medio transcurrió desde que se inició el proyecto hasta poder ver el resultado que ahora todos pueden visitar.

Por eso las piezas tienen todas nombres y conceptos que las relacionan con las plantas y los paisajes antropomórficos, todo es una relación que envuelve cómo nos sentimos con la naturaleza a la que pertenecemos, y como construimos nuestros conceptos de paisajes desde la infancia, mientras que la naturaleza está constantemente tratando de regresar a los espacios que denominamos como nuestros, mi intención fue crear una amistad entre todas esas relaciones.

En el marco de la exposición recientemente David Molina-Molina realizó una actividad para el público asistente donde tuvieron la experiencia de modelar y pigmentar una figura en barro a partir de referencias sobre plantas autóctonas, ahora construirán juntos una instalación que será exhibida en sala como un herbolario de flores próximamente.

La exposición FITOFORMAS: la dimensión visible del paisaje, de David Molina-Molina,se estará exhibiendo hasta finales de enero de 2022, en la Galería Spazio Zero, ubicada en Qta. Zero, Avenida Casiquiare, Colinas de Bello Monte de la ciudad de Caracas, Venezuela. Para mayor información sobre la exposición, y para conocer más sobre la obra del artista David Molina-Molina pueden seguirle en Instagram: @damolinamolina