«Se llamaba José Gregorio», el libro digital que nos regala la UCAB
Noctámbula por naturaleza y amante de todas las ramas expresivas…
Celebrando el legado del Doctor José Gregorio Hernández y a la espera de su pronta beatificación, la UCAB está obsequiando, en formato digital, el libro Se llamaba José Gregorio, biografía del médico trujillano escrita por el sacerdote jesuita y educador, Francisco Javier Duplá.
El volumen repasa la vida, obra y significado para los venezolanos del «médico de los pobres». Publicado por abediciones, el texto puede descargarse gratuitamente, en formato PDF, ingresando a elucabista.com. En el texto, publicado en segunda edición por abediciones en el año 2018, Duplá hace un repaso detallado por la vida y obra del «Venerable» trujillano, desde su nacimiento en Isnotú, en octubre de 1864, hasta su muerte en Caracas, en junio de 1919, revelando el alcance de sus distintas facetas como cristiano, docente, científico y médico.
Además, el autor aborda el largo camino que el galeno ha recorrido hacia la santidad, partiendo de la apertura de la causa de canonización por parte de la Iglesia católica venezolana, en 1949. El volumen cuenta con la presentación del Padre General de la Compañía de Jesús, Arturo Sosa, y también incluye un capítulo especial, escrito por el psicólogo Axel Capriles, sobre el significado del Dr. Hernández en el imaginario venezolano.
“En una Venezuela corroída por la corrupción y amenazada por el imperio de la psicopatía, sin formas ni medios accesibles para contener el cinismo, el deterioro social y la anomia, José Gregorio Hernández da cuenta del atractivo que todavía ejerce en el inconsciente colectivo un orden humano delineado por la virtud”.
describe precisamente Capriles en su texto sobre el valor del llamado “médico de los pobres”.
Ahora que el Dr. José Gregorio Hernández se encuentra a las puertas de la beatificación, la UCAB ha puesto a disposición este libro, en formato digital, con el fin de contribuir a que los lectores puedan apreciar y mantener viva en la memoria la figura de quien fue -y sigue siendo- un ejemplo de vocación de servicio y ciudadanía.
Extractos del libro:
PORTADAS E ILUSTRACIONES / Rómulo Guardia Granier
En el año 1971, teniendo 10 años de edad, fui víctima de un accidente en nuestra hacienda de Oricao y fui trasladado de emergencia al hospital de Pariata donde ingresé sin signos vitales. Mi padre, Rómulo Guardia Machado, al oír declararme muerto por el médico de guardia, cayó de rodillas y le imploró a José Gregorio me devolviese a la vida.
Como por milagro, llegó a la sala de espera un recién graduado, el Dr. Murillo, quien le dijo a mi padre que al ser yo un niño iba a tratar de hacer algo, aun en contra de la opinión de su superior y así lo hizo, por obra y gracia de Dios, me devolvió a la vida y aunque estuve 6 días en coma y en el accidente sufrí entre otras cosas, hemorragia interna, un riñón, el bazo y el hígado despedazados y 7 costillas rotas enterradas en los pulmones, me recuperé rápidamente. A pesar de lo grave de mi condición, no hubo secuelas y hoy día sigo disfrutando de una vida normal y heme aquí, escribiéndole 45 años después, feliz, saludable y contento, padre de 3 hermosos hijos y lleno de esperanza y de fe.
Desafortunadamente, tanto mi padre como el Dr. Murillo fallecieron, por consiguiente, no tengo pruebas de lo que le expongo aquí, más allá de mi absoluta fe en los milagros del Venerable. Los médicos que me trataron a raíz del accidente, los eminentes Dr. Armando Márquez Reverón, Internista, Dr. Alberto Guinand Baldó, Cardiólogo, Dr. Julio Cesar D ́Escrivan, Nefrólogo, Dr. Gustavo García Galindo y mi querido abuelo, el Dr. Marcel Granier Doyeux en Caracas y el Dr. Jean Hamburger, postulado al Premio Nobel de Medicina, en París, todos coincidieron en lo milagroso de mi caso, lastimosamente todos han fallecido.
Soy pariente del Dr. Santos Dominici y del Dr. Luis Razzetti, ambos entrañables amigos de juventud del Dr. Hernández, y en casa crecimos oyendo los cuentos de sus aventuras juntos en la Universidad Central en Caracas a principios del siglo XX, sin embargo, no creo que haya ninguna relación con mi salvación, más allá del grito desesperado de un padre al ver a su hijo pequeño morir. A veces también creo recordar al Venerable junto a mi lecho de enfermo, sin embargo, no puedo asegurarle si es un recuerdo o solo una señal de mi eterna fe en su bondad. Como muestra de mi devoción pinté un cuadro en agradecimiento y me es grato tener el honor de compartirle con ustedes, en la esperanza de que mi testimonio contribuya a acercar más la fecha de su beatificación, Venezuela necesita tanto a su Santo.
ORIGEN DE LA FUNDACIÓN
El 26 de Octubre del año 2012, un grupo de Antiguos Alumnos del Colegio San Ignacio de Caracas – CSI, egresados de la Universidad Católica Andrés Bello – UCAB y personas allegadas a estas casas de estudios conjuntamente con miembros de la Provincia de Venezuela de la Compañía de Jesús, decidieron rendir homenaje a un hombre de muy humilde proceder, de inmensa bondad, y que dedicara su existencia a dos asuntos fundamentales: contemplar a Dios y amar y servir al prójimo – José Gregorio Hernández, quien sin duda encarna el valor más universal de nuestro gentilicio, y está presente en el corazón y pensamiento de todo venezolano.
Así nace la Fundación Amigos José Gregorio Hernández, Siervo-Salud, “un movimiento de salud integral y promoción social” que busca como objetivo fundamental, basado en el carisma de nuestro Venerable Dr. José Gregorio Hernández, promover esas virtudes espirituales, humanas y cristianas que él viviera en grado heroico, impulsando una obra concreta de prestación de servicios médicos de primer nivel de medicina preventiva. Nuestro Venerable Dr. José Gregorio Hernández, proyecta las cualidades que debemos aflorar, potenciar y fomentar de nuestra naturaleza como nación. La bondad, la bonhomía, la entrega honesta y desinteresada y la fraternidad.
En alianza con Fe y Alegría, la Fundación busca fomentar, articular y administrar dispensarios en el seno de los planteles educacionales para atender tanto a las comunidades educativas como a su entorno inmediato – meta inicial bastante ambiciosa pero posible de alcanzar.
La Fundación proyecta la atención preventiva de los niños en su etapa de crecimiento, mediante la evaluación periódica de salud, a través de programas de despistaje y detección temprana de afecciones que puedan incidir en su rendimiento académico.
El apoyo financiero, se obtendrá, en primera instancia con el producto de la venta de libros que sean promovidos como el presente título y otros aportes que tengan a bien donar, hombres y mujeres de buena voluntad, así como organizaciones y empresas que se identifiquen con esta noble obra y apuesten de una manera entusiasta a su éxito.
Esta segunda edición ampliada de “Se Llamaba José Gregorio», autoría del Padre Francisco Javier Duplá, S.J., (quien es un notable biógrafo de varios personajes, todos dignos de admiración), cuenta también con un capítulo adicional de aporte excepcional escrito por el Psicólogo Axel Capriles Méndez, en el que se profundiza con análisis científico el carácter de nuestro querido Dr. José Gregorio Hernández.
En adición se han incorporado las ilustraciones realizadas por el artista Rómulo Guardia Granier, todo lo cual aspiramos puedan convertir este ejemplar en uno de los libros favoritos de la Familia Venezolana.
Para quien desee conocer mejor la noble causa en que se ha comprometido esta Fundación y de alguna forma quiera apoyar su gestión, puede comunicarse a través del correo electrónico fundamigosjghss@gmail.com donde gustosamente atenderán su solicitud y/o inquietud.
El libro Se llamaba José Gregorio, de Francisco Javier Duplá s.j., puede descargarse gratuitamente, en PDF, haciendo clic aquí:
https://drive.google.com/open?id=1UNphWaVKY3uh8CH1zlMs_LkuwcMB5gRP
¿Cuál es tu reacción?
Noctámbula por naturaleza y amante de todas las ramas expresivas del arte ando en la búsqueda de nuestros grandes tesoros patrimoniales. Caracas está siempre lista para enseñar y sorprender a través de increíbles historias y mágicos rincones. Quiero ser parte de los que estén allí como testigo para luego poder compartir esas historias, mientras nos convertimos todos en sus protagonistas.