Gabriela Escalante y su proyecto Amarillados

Gabriela Escalante es una comunicadora social venezolana que se describe a sí misma como una artista en crecimiento. Desde niña ha sentido un amor muy especial por el arte y los Derechos Humanos, pero fue en 2020, en medio de la pandemia por Covid-19, que se atrevió a empezar su proyecto personal en Instagram, Amarillados, para expresarse desde el collage. Su foco: el activismo por los derechos de niñas y mujeres alrededor del mundo, y desde su propio aprendizaje, expresa la importancia de que todos alcemos la voz.

¿Cómo comenzaste en el arte?

Siempre he sentido un amor muy grande por el arte en todas sus formas. Desde que tengo uso de razón he experimentado con todas las expresiones que se me han ocurrido: estuve en clases de pintura al óleo, amaba escribir muchos cuentos, me encantaban las manualidades y los collages, y, en general, siempre andaba haciendo algo creativo. Y la verdad es que no he
cambiado, solo que ahora he estudiado y estoy en constante aprendizaje para mejorar en lo que me gusta.

¿Qué fue lo que más te interesó sobre el arte?

Creo que, sin dudas, es la forma en la que me permite expresar todo aquello que siento, pienso y creo, y que no puedo explicar tan fácilmente. Para mí, el arte es un idioma, que puede tener muchos colores, formas y sentidos, y que me permite comunicarme con el mundo de una manera honesta y genuina.

¿Qué crees que es lo más importante a la hora de hacer
ilustraciones?

La investigación previa. Al momento de hacer cualquier collage o diseño, o cualquier proyecto en general, siempre leo y busco información sobre el tema. Así como creo que el arte es un idioma, también creo que el artista tiene que usarlo para comunicarse de manera responsable. Creo que es algo que me quedó muy marcado de mi paso por Comunicación Social.

¿Cómo comenzaste Amarillados?

Amarillados comenzó en los inicios de la pandemia como un proyecto catártico, en el que me di la libertad de expresar lo que sentía a través del surrealismo y el collage. Pero, siempre he sido una persona con una responsabilidad social muy marcada y el proyecto evolucionó. Aprendí sobre activismo y comencé a orientar los collages hacia causas que me interesan y creo que deben ser visibilizadas, como el feminismo y los Derechos Humanos.

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¿Cómo definirías el artivismo?

Para mí, el artivismo es crear arte con el objetivo de transformar la sociedad. Desde todas sus formas y expresiones; toda creación que busca generar reflexión y visibilizar una causa es artivismo.

¿Qué crees que es lo más importante que la gente debe saber sobre Amarillados?

Que está hecho desde el amor y las ganas de alzar la voz por todas esas causas en las que creo. Y que es un proyecto en constante crecimiento y cambio, como yo misma.

¿Cuál es el consejo que le das a los jóvenes en Venezuela?

Que le echen muchas ganas a eso que les gusta y les dé estabilidad mental, a lo que les mueva el piso. Sonará cliché, pero en mi corta experiencia he aprendido que nada vale que te sacrifiques a ti mismo. Muchas veces, el contexto no es nada sencillo, pero creo que justamente por eso nuestras pasiones son tan importantes: porque nos sanan y nos mantienen un poquito cuerdos.

Si Caracas fuera un color, ¿Cuál sería?

Amarilla. Sin dudas. Caracas es del color del Araguaney, llena de mucha gente dispuesta a «amar y ya».

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Puedes seguirla en su Instagram o en el Instagram de proyecto para saber más.