Los seleccionados del concurso ¿Qué significa ser caraqueño? comparten su experiencia, Parte 2

Seis representantes del grupo de artistas seleccionados por el concurso ¿Qué significa ser caraqueño? nos comparten aquí cómo se sienten al formar parte de la icónica exposición dentro del Centro Cultural BOD. Capturar el sentimiento que los une a nuestra urbe a través del lente de la cámara no es tarea fácil, pero ellos lo lograron y ahora pueden invitar llenos de orgullo a conocer su obra que forma parte de una muestra que realiza un recorrido lleno de sentimiento y sentido de pertenencia. Enmarcados en la celebración del Día Mundial de la Fotografía presentamos con admiración a quienes dejaron su huella en la documentación histórica de nuestra ciudad.

Ellos respondieron a una convocatoria sin fronteras, y ahora Caracas agradece tanto amor ofreciendo la oportunidad de ver su álbum enmarcado entre los espacios de una sala que se llena de diversos transeúntes unidos por un vínculo poderoso que a continuación compartirán con todos ustedes.

¿Qué significa para Isaí Morales ser caraqueño? 

Para mí es vivir a Caracas en cada una de sus facetas. Es disfrutar de lo maravilloso que nos regala en cada uno de sus espacios. Es amarla como es; pero también es dar mi aporte para que mejore cada día. Caracas es mágica y única.

Isaí y el concurso

Ser participante del concurso ¿Qué significa ser caraqueño? ha sido una experiencia enriquecedora para mí. Seguir cada publicación y enseñanza técnica me ha motivado a seguir aprendiendo y hacer parte de este bonito proyecto.

¿Qué significa para Darwin Méndez ser caraqueño?

Para mi ser caraqueño es poder caminar por sus calles y admirar sus edificaciones, por hacer una foto y disfrutar de la sonrisa de las personas, esa hermandad cotidiana que se expresa con el «mi pana», ser caraqueño es caminar apurado sin ningún motivo, es quedarte dormido en la camionetica y despertar siempre cerca de la parada, es disfrutar de esas cosas ordinarias y cotidianas, es estar orgulloso de vivir en cualquiera de sus sectores, ya sea que algunos tengan más beneficios que otros, ser caraqueño es tener una relación de amor-odio con sus estaciones del metro junto a sus retrasos, ser caraqueño es sentir esa alegría leve cuando vienes bajando por Tazón y ves el «nacimiento navideño» hecho por los bombillos de los barrios y las residencias.

Pero también ser caraqueño es poder sentarte en la montaña y ver cómo las autopistas forman venas de comunicación entre la urbe, es sentir la paz de la naturaleza y también escuchar a lo lejos los sonidos de Caracas, es ver lo que otros imaginan, es palpar cómo esas luces de la ciudad al fondo le dan una grandeza a sí misma, es sentir desde allá arriba que con sus construcciones y su gente, Caracas siempre puede estar a otro nivel.

Darwin y el concurso

El poder enseñar una Caracas desde mi perspectiva ya es una ganancia, a mi parecer hace falta que como caraqueños mostremos estas vistas hermosas que tenemos y no solo desde una perspectiva, Caracas va más allá de calles, barrios y desdicha, es más que una montaña al fondo, vi hermosas fotos, manejo de técnicas fotográficas, vi cómo el movimiento de un baile fue capturado y nos llevó a ser protagonistas, vi también cómo personas transforman lugares en opciones de disfrute, vi cómo se capturó la cotidianidad, aprendí que hay un auge de fotógrafos con un ojo de fotoperiodismo, que más allá de formaciones académicas, el que quiere mostrar a Caracas, tan solo necesita eso; «el querer».

¿Qué significa para Michelle Arrieta ser caraqueño?

Representa un gran reto para responder, pues, entendamos que Caracas es una ciudad multifacética y de muchos contrastes. A veces estamos sumidos en su caos con intenciones de escapar de él, y otras veces la amamos a más no poder, sé que es algo contradictorio, pero, como un buen amor, está cargado de altibajos. Caracas representa el sitio donde vivimos los caraqueños y que aprendemos a llevar en nosotros, y ella gentil, aún sigue dándonos lo mejor de sí. Caracas es la ciudad de los amores de Cabré, inspiración para propios y ajenos… Caracas veas por donde la veas puede ser el infierno y el cielo, pero para quienes somos de aquí siempre será »nuestra amada Caracas» con sus plazas, su clima, sus calles, gastronomía, gentilicio y su maravillosa montaña. Digamos, Caracas en definitiva significa para mí, ser lo que soy.

Michelle y el concurso

Mi experiencia con el concurso fotográfico ¿Qué significa ser caraqueño? representó una oportunidad para dar a conocer un poco de lo que hago, caminar estas calles con mi cámara en la mano y mostrar el mundo que me rodea tal cual como lo percibo. En estas iniciativas es donde a mi parecer, se puede ver la esencia de lo que esta ciudad tiene para ofrecer, aprendí que no importa cuánto sepas de esta ciudad siempre hay algo nuevo que te puede contar.

Por parte de los organizadores también comprendí que hay personas dispuestas a brindar espacios para el arte, para incentivar a los curiosos a ver más allá de las rutas convencionales que nuestras agendas nos obligan a seguir día tras día. Con este concurso aprendí, que aún me falta mucho por fotografiar, y que no importa cuánto tiempo tengas haciendo tu oficio, siempre se puede hacer mejor, siempre se puede captar algo más.

¿Qué significa para Rhonny Zamora ser caraqueño?

Ser caraqueño es una forma de ser. Es poseer un código exclusivo de convivencia basado en el contraste y la contradicción. Sin duda es una ciudad hermosa y cuando tienes la fortuna de pasar la frontera notas lo verde que es. Vivimos entre la violencia y la ayuda inesperada en el momento necesario, el barrio y las colinas de algún lado, el apuro contra el cafecito tranquilo de la mañana. Caracas es única, auténtica, cosmopolita a su manera, la última sobreviviente de un país que fue y que nos hace sentir orgullosos.

Esta ciudad siempre te tendrá una sorpresa oculta, aguardando a que la encuentres: un letrero “sesentoso”, un restaurant inesperado, un edificio fabuloso, una sonrisa inquieta. Ser caraqueño es pararse temprano, acostarse tarde, luchar y luchar porque esta ciudad, al final, siempre vale la pena vivirla. Ser caraqueño es no tener un sólo tatuaje y pensar que el único que valdría la pena hacerte sería El Ávila sobre los edificios emblemáticos de la ciudad. Eso es ser caraqueño.

Rhonny y el concurso

Me enteré del concurso muy tarde y si no es por la prórroga no hubiese podido participar. Pero desde que supe de su existencia tuve claro en dónde quería hacer la foto. Los famosos “recoge locos” son ícono de la ciudad. Premio a la supervivencia. Constituyeron por años la principal manera de recorrer esta urbe y aún ayudan a aliviar el caos que implica moverse por Caracas hoy en día. Muchos no se dan cuenta, pero montarse en uno de estos buses implica viajar al pasado. Usar una cámara en Caracas siempre genera temor, pero uno se acostumbra, como se acostumbra a regresar a casa una que otra madrugada luego de la rumbita de los sábados.

Así que me subí, aprovechando que estaba haciendo una noticia en video sobre el transporte público de la ciudad, e hice click. Tenía claro el dónde pero no exactamente lo que quería, así que lo más difícil fue decidir. Tenía dos buenas opciones y tuve que elegir. No sé qué hubiese pasado si hubiera cambiado mi selección, pero al final, sólo puedo agradecerle a esa foto por permitirme estar entre los 16 finalistas. PD: ya sé la foto que quiero para la próxima edición del concurso, veremos qué pasa.

¿Qué significa para Jefersson Leal ser caraqueño?

Antes de describir mis sentimientos sobre ser caraqueño, siento la necesidad de conversar sobre Caracas, una ciudad Salvaje, «para perderse o salvarse» parafraseando a Gustavo. Es una ciudad contrastada, donde se evidencia con claridad la mixtura de las épocas, ciudad de grandes edificios y casas coloniales, de plazas y amplias avenidas. Caracas es un caos, y es precisamente en ese caos donde nos entendemos, del caos venimos y al caos vamos.  Es posible que el caos de esta urbe represente el espíritu disruptivo de sus habitantes, aventureros, alegres, guapachosos, intranquilos y siempre en movimiento.

Es por eso que para mí ser caraqueño es entusiasmo para  afrontar los poderosos obstáculos de la vida sabiendo que somos humanos y nada más que eso. Para mi ser caraqueño es no perder la esperanza en una ciudad mejor. Es saber que serás bien recibido en la casa que visites. Es saber que tienes que aprender a bailar salsa, porque el ritmo forma parte de nuestra identidad. Para mi ser caraqueño es saber que el Ávila siempre es un buen punto de referencia, jamás los nombres de las esquina ni hablar los nombres de las avenidas. Ser caraqueño es saber que podemos rescatar la alegría incluso en los momentos donde falta la esperanza.

Jefersson y el concurso

Para mí el concurso empezó desde el momento que empecé a seleccionar la fotografía con la cual iba a participar. Fue una búsqueda con muchas dudas, pero al final llegué a la indicada. De este concurso salgo con un morral de anotaciones y aprendizajes sobre la ciudad y las múltiples miradas que hay sobre ella.

Aprendí que hay varias Caracas, cada una tiene su magia, desde las imponentes torres de Parque Central que desde hace décadas son un símbolo arquitectónico de la ciudad, hasta la playa Los Túneles, donde los niños juegan con la alegría que da libertad. Aprendí con cada imagen de la exposición a valorar la ciudad que me vio nacer, a quererla un poco más y saber que en ella siempre habrá luz para una buena fotografía.

¿Qué significa para Abraham Tovar ser caraqueño?

Ser caraqueño es ser parte de un espacio mágico lleno de contrastes, sonrisas e historias. El desarrollo urbanístico de Caracas y su posición en el planeta ha creado una atmósfera, casi perfecta, para comprender los espacios de una manera diferente, los atardeceres alucinantes, el Ávila siempre presente, la velocidad de un moto taxi, la habilidad de los camioneros, las esperas en el Metro, el sonido de las Guacamayas sobre tu cabeza en casi cualquier lugar de la ciudad, la manera en la que cae la luz en el centro de Caracas a eso de las 6:00 pm.

Es vivir un realismo mágico cuya gente entiende haciendo que la amen y la odien. Caracas es vida, movimiento, sonidos, olores, colores, Ser caraqueño es un regalo porque podemos ser parte del mundo sin salir de una misma calle. Es leer la Montaña y su tiempo de Jacobo Borges y admirarse o ver Caracas Sangrante de Nelson Garrido y reflexionar Ser caraqueño, como lo escuché hace poco, es un beta. Lo cierto es que es muy divertido, muy nutritivo y una bendición.

Abraham y el concurso

Ser parte de un concurso tan curioso, tan profundo y tan bien elaborado es un honor, como creador de imágenes a veces es difícil tener la seguridad de mostrar tu trabajo y lograr mostrarlo y tener una receptividad de un jurado tan profesional y tan diverso es un absoluto honor, ver las fotografías de los demás finalistas y ver lo que ellos ven como la ciudad y entender que los trabajos que se están elaborando y las reflexiones a las que se llegan son tan diversas que son una inyección de emoción y de confianza para seguir creando y construyendo en Venezuela y en Caracas. El mayor aprendizaje es entender que Caracas es un lienzo en blanco que todos pintamos a nuestras maneras y gracias a este concurso podemos ver las pinceladas de cada artista que hizo una imagen, no solo nosotros los 16 finalistas sino los más de 400 participantes.

Recuerda que puedes visitar la exposición del concurso dentro del CCBOD en semanas de funciones y guardando todas las medidas de bioseguridad, no olvides tu mascarilla, careta y gel antibacterial. Para mayor información: https://centroculturalbod.com/