Iglesia de San Francisco: sacudida, pero firme como Ceiba

En 1575, a ocho años de la fundación de Caracas, se inició la construcción de la iglesia de San Francisco por orden del comisario Fray Alonso Vidal, quien llegó de Santo Domingo para construir este monasterio franciscano, cuyo nombre real es Iglesia de la Inmaculada Concepción. Sin embargo, la estancia de los sacerdotes franciscanos en esta sede hizo que los caraqueños la recuerden como Iglesia de San Francisco. La fundación del convento significó el establecimiento definitivo de los frailes en la provincia de Venezuela. El grupo de misioneros fundadores estuvo integrado por 35 frailes, provenientes en su mayoría de Andalucía y Extremadura, España.

El 11 de junio de 1641, día de San Bernabé, un terremoto de magnitud estimada de Mw 7,3 sacudió Caracas y La Guaira, destruyó el monasterio y dejó a 40 monjes en la calle. Gracias a donaciones, la capilla mayor se pudo reconstruir. En esta etapa, se le añadió cierta ornamentación y se mejoró la fachada, embellecida con tres imágenes de mármol de la Inmaculada Concepción, San Juan Bautista y San Francisco de Asís traídas de Génova en 1665.

Al cabo de 171 años, otro terremoto destruyó la mitad de la ciudad no pudo con esta iglesia. En este movimiento telúrico de 1812 solo cayó el presbiterio y parte de los claustros. Por esa razón, al año siguiente se celebró allí el acto solemne del 14 de octubre, en el cual fue conferido a Bolívar el título de Libertador de Venezuela. Los frailes sin embargo tuvieron que retirarse temporalmente de sitio a la Esquina de San Francisquito.

Hacia 1837 inició un período oscuro de deterioro general debido a la ley que abolió los conventos, ratificada el 23 de febrero. Así, el de San Francisco se convirtió en el Colegio de la Independencia. Más tarde, se demolió el campanario para ensancharla, los viejos frailes fueron falleciendo hasta que el cuidado de la iglesia lo tuvo Carlos de Arrambide que hizo lo posible de mantener las tradiciones hasta su muerte en 1882. Sus restos están enterrados bajo el piso de su amado San Francisco. Después de la muerte de Arrambide, se nombró rector al padre Calixto González, cargo que mantuvo hasta su muerte en 1922. Desde entonces, el templo ha estado bajo la responsabilidad de los jesuítas.

La ceremonia más importante celebrada en Caracas hasta el momento tuvo lugar en la iglesia en 1842. Se trató del funeral celebrado con motivo del regreso de los restos del Libertador desde Santa Marta, Colombia. Día de luto nacional. El cortejo, luego de entrar desde La Guaira el 17 de diciembre, 12 años después de su muerte, pernoctó en la entonces iglesia Santísima Trinidad -hoy Panteón Nacional- en donde Bolívar recibió el bautismo. Para honrar al Libertador todas las mujeres vistieron de negro, las calles se revistieron con banderas y motivos de luto traídos por Agustín Codazzi de Italia.

Retablos y otras obras

Entre 1762 y 1798 realizaron e instalaron en las naves laterales once imponentes retablos en diversos registros estilísticos: barroco, churrigueresco, rococó y neoclásico. 

Al pie del retablo principal están San Francisco y Santo Domingo. La imagen principal es la de la Inmaculada Concepción. A sus lados, San José y San Sebastián. 

A la derecha del altar principal está la capilla del Cuerpo de los Forasteros de España e Islas Canarias. Fue tallado entre 1762 y 1764 por el maestro canario Domingo Gutiérrez, introductor del estilo rococó y uno de los mejores artesanos que trabajaron en Caracas a mediados del siglo XVIII. En el centro del retablo posa la imagen del Santo Niño de Belén, una de las dos esculturas de más historia en la iglesia, junto a la de Nuestra Señora de la Soledad.

La iglesia le dedica un retablo del siglo XVIII a Cristo en El Calvario, otro a la Inmaculada Concepción, obra de Juan Francisco León Quintana. El tercer altar estaba dedicado a San Francisco pero en 1714 se puso bajo la devoción de San Ignacio de Loyola.

La pintura también juega un papel importante en esta iglesia. Juan Pedro López, uno de los pintores más importantes del siglo XVIII en las artes en Venezuela realizó diversos óleos que embellecieron, aún más, el templo. Realizó una obra titulada “Trece escenas de la Vida de la Virgen”, otra llamada “Nuestra señora de la luz”, seis pinturas incluidas en el retablo de la Orden Tercera de San Francisco en 1771, ocho retratos de gran formato de diversos santos para la capilla de Orden Tercera y muchas otras piezas.

Monumento Histórico

Pese a los golpes de la naturaleza, al paso de los años, la iglesia de San Francisco permanece de pie. Aún muestra a feligreses y curiosos la arquitectura, historia y arte de la colonia. El 6 de abril de 1956 es declarado Monumento Histórico Nacional debido al cuidado y conservado de las obras. En 2011, se realizó una restauración del inmueble llevada a cabo por personal de la Dirección de Patrimonio Cultural adscrita a la Cancillería. Se realizó limpieza de retablos, restauración de un confesionario y de la pintura “Las Ánimas del Purgatorio con San Miguel, la Virgen y la Santísima Trinidad” de Juan Pedro López. Luego, se colocaron rótulos descriptivos junto a los retablos y varias piezas con información sobre títulos, autoría y datos.

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