El viaje de los libros a través de Macondo Club
Decía Borges que: “De los diversos instrumentos del hombre, el más asombroso es, sin duda, el libro. Los demás son extensiones de su cuerpo (…) Pero el libro es otra cosa: el libro es una extensión de la memoria y la imaginación”, y nadie podría resumirlo de mejor forma que uno de los más grandes narradores de Latinoamérica, que, sin embargo, afirmó siempre que su verdadero oficio y su virtud venía de ser lector. No hay otra cosa que reafirmación de estos principios ante el surgimiento del proyecto de Macondo Club, una plataforma peer to peer que permite a venezolanos en Venezuela adquirir libros por compra directa o donación de parte de voluntarios en la página, y que además es entregado directamente en su ciudad de residencia, aportando así rapidez para el ávido lector.
La forma en la que funciona la plataforma de Macondo Club es esta: hay personas en Venezuela que solicitan un libro, esa solicitud entra en la base de datos. En ella están contenidos los datos del título, el autor y la ciudad en dónde el libro tiene que ser entregado, junto con la información de contacto del solicitante. Después tenemos gente que esté viajando a Venezuela y está dispuesta a llevar el libro, que ingresa sus fechas de viaje y de regreso al país y la ciudad en la que puede hacer la entrega de los libros adquiridos por los usuarios en Venezuela.
El emprendedor detrás de este proyecto es Alejandro Vásquez, un venezolano residenciado en Australia que desde el otro extremo del mundo busca crear valor y dar una respuesta a lo que denomina como una “crisis intelectual”, y a la vez que ofrece una alternativa a la cada vez más escasa y restrictiva oferta editorial en Venezuela. La plataforma se encarga de conectar a cada una de estas personas con un fin que es simple en apariencia, la adquisición de un libro, pero que tiene una meta que va más allá de una compra. Y es aquí cuando el término plataforma cobra mayor sentido. Una plataforma es un tipo de producto o un servicio que le permite a terceros utilizar esa plataforma o servicio para generar un mayor valor a través de su intercambio con otros que el valor de la plataforma en sí misma. En este sentido lo que Macondo Club busca como plataforma es ser un punto de encuentro en el que los venezolanos se pueden conectar e intercambiar bienes o servicios y el valor generado por todos los venezolanos que utilicen la plataforma es exponencialmente mayor que el valor que puede generar la plataforma por el simple hecho de hacer esa conexión.
“Lo que estamos buscando hacer es aplicar ese concepto a algo como libros. El objetivo sería crear esa red donde podamos maximizar el valor a través de la diseminación de ideas, de compartir conocimiento porque mientras más gente se une a la red, es más fácil generar esas conexiones. En la base de datos que se está generando en la plataforma, mientras más gente se une es mejor, hay más libros disponibles, es más fácil mover los libros porque hay más ciudades, etc.”
Frente al riesgo de su propuesta de ser considerada como algo que no está en contacto con la realidad del país, en relación con otros aspectos de la crisis, Vásquez responde con reconocimiento de que si bien perciben esa realidad, “la crisis humanitaria también es resultado de la crisis intelectual. El problema real, si se quiere superar, si se quiere solucionar está en esa generación de ideas y soluciones en las que el libro como intermediario es esencial”.
Hay una serie de mejoras y nuevas funciones en las que actualmente se encuentran trabajando. El fin principal es automatizar la mayor parte de los procesos para hacer más eficientes y amplias las posibilidades de expansión de esa red colaborativa. Macondo Club es una forma de emprendimiento social, lo que quiere decir que si bien tiene un fin comercial, busca maximizar el impacto social, no el ingreso. La plataforma tiene como objetivo ser sustentable, y tiene dos formas de ingreso, el programa de afiliación del gigante Amazon y la librería The Book Depositary, además de un cargo transaccional mínimo al hacer donaciones para los libros. Se mantienen evaluando distintas posibilidades de ingreso. La versión básica de la plataforma se ha desarrollado de forma totalmente autofinanciada, con ahorros personales de su fundador, pero con miras a participar en programas de apoyo y mentoría a emprendimientos sociales en Australia.
Alejandro Vásquez apuesta con Macondo Club a la esperanza, pero, tal como él señala: “Una esperanza sola, con un vacío de información no es posible, sería más una creencia religiosa que una esperanza de cambio real. La esperanza nace cuando hay una alternativa, y cualquier solución a los problemas que existen en el país, cualquier proyecto que pueda ser considerado una alternativa del modelo actual debe venir de una mezcla de conocimiento, de ideas y de la experiencia de personas que están viviendo el problema y lo conozcan a fondo”. Es por eso que los libros, como depositarios de experiencia, ideas y sabiduría de todos los tiempos cobran mayor significado: “cuando mi papá, que vive en Puerto La Cruz, me dice que en su ciudad ya no quedan librerías, ahí fue cuando me di cuenta de que las posibilidades del país de sobrepasar la crisis necesitan de una inyección constante de ideas, de debate y de colaboración y si los recursos básicos para acceder a esas ideas no están ahí el prospecto de cambio es muy limitado”.
¿Por qué relacionar al proyecto con el universo del realismo mágico al que remite el nombre de Macondo? Bueno, Vásquez se remite a la naturaleza bizarra, insólita de la realidad que vivimos los venezolanos y en relación con ella asegura “El reto es aceptar la realidad del país como es y lidiar con esos retos en la forma que se presenten. Verlo como una forma de realismo mágico y un reto que estamos dispuestos a asumir”.
Macondo Club, un nombre que sugiere una invitación a un espacio de reunión, a imaginarnos cómo podría ser el país que queremos y cuáles serían los objetivos, trabajando en conjunto, de forma colaborativa. “Es un nombre que invita creer que hay algo distinto, pero por ser distinto no tiene que ser extranjero. Es algo distinto que puede ser nuestro y es una invitación a que las personas se unan a construir esta nueva realidad en nuestro país”.
Puedes acceder a Macondo.club y formar parte de esta comunidad que descubra y genere nuevas ideas y seguirlos en sus cuentas de Facebook, Twitter e Instagram