Un escultural recorrido nos ofrece Salvador Guida a través de la exposición Empty Places
Hablar de espacios vacíos quizás resulte extraño al oído de muchos cuando hacemos referencia a una escultura, y se trataría de una reacción muy natural ya que estamos más acostumbrados a relacionar esta bella forma de expresión plástica con la apariencia sólida y volumétrica de la masa.
Pero Salvador Guida no quería mostrar lo acostumbrado, rompiendo paradigmas nos trae a la Caja 2 del CCCH el resultado de una ardua investigación llena de gran significación, para establecer dentro de cada observador un divino contrapunteo entre preguntas y respuestas.
Las obras de Salvador Guida no se parecen a nada que tenga que ver con lo tradicional, a través de sus piezas logra colocar en aprietos al sentido de la perspectiva, obras en 3D con mucho movimiento van conformando en variadas piezas de formas orgánicas grupos de sistemas que reflejan el complejo proceso del pensamiento.
Un fino manejo de diversos materiales queda evidenciado en cada rincón. Superficies que nos muestran nuestro propio reflejo nos invitan a la reflexión interior. Algunas piezas dejan pasar la luz y utilizan el color para mostrar lo minucioso de su elaboración, mientras que el aire y las sombras atraviesan a otras para otorgarle a la escultura la extensión de su capacidad expresiva mucho más allá de su contorno físico, logrando un efecto que nos recuerda la importancia de la recuperación del equilibrio que debe restaurarse entre la fuerza humana y la de la naturaleza de cual siempre ha formado parte.
Palabras del Curador Gabriel Guevara Jurado
“El proyecto de Salvador Guida parte de la premisa del estudio de investigación sobre la escultura contemporánea desarrollada en este caso curatorialmente hablando sobre el tema del espacio y el vacío, de hecho el nombre de la exposición Empty Places, parte de que todo el trabajo de Salvador representado en obras que van del 2014 al 2019 parten de la premisa de lograr que al estar horadada o presentar transparencia forme parte del espacio.
Este es un tema que tiene un carácter psicológico, porque parte de la necesidad de la pertenencia a el espacio donde se representa la pieza, y eso tiene un valor profundo, ya que la escultura contemporánea que parte de los anales de la escultura moderna en el siglo IX y principios del XX, estuvo desarrollada por artistas que se preocuparon mucho por el tema de la solución, comprendiendo la importancia de la psicología implícita en lo abstracto.
Existen piezas con un concepto lúdico, luego entra en un discurso donde se trabaja la abstracción del pensamiento representada en estratos y piezas que encajan dentro de un sistema de rotor. La intención es conectar las tramas de la mente, verán en estas obras esquemas de repetición. Desde el punto de vista de la curaduría, era importante para mi resolverlo y poder dar esos brillos dentro de las obras, un hilo conector que unifica 12 años de trabajo. Lo interesante de Salvador es que utiliza herramientas con tecnología de punta, acrílico y materiales que aportan soluciones modernas.
Con el neón y su iridiscencia se logra la multiplicidad espacial, se hace crítica al proceso petrolero del país llamando a la conciencia ciudadana. Fue un gran reto desde el punto de vista museográfico el espacio de la Caja 2 con estos techos fue un gran reto para lograr el objetivo final en los términos que buscábamos. El efecto es solvente.”
Salvador Guida nos habla de su concepto generador
“Yo vengo del área de la Arquitectura y el Diseño Industrial que estudie en Italia, a partir del año 2007 decidí dedicarme al arte, yo siempre tuve esa vocación y necesidad de crear. Me he valido de mi formación para tener varios métodos de fabricación, me valgo de esas metodologías para investigar, genero varías líneas en simultáneo que se desarrollan en paralelo pero amalgamadas por una idea central y eso es lo que me apasiona. Muchas veces transformo mi expresión en figuración cargada de componentes de vivencias personales y cultura pop, sea por recuerdos o sueños. El arte funciona como un refugio para el reencuentro que a través de procesos creativos te ayudan a desarrollar el trabajo.
Aquí hago una reflexión sobre el tema espacial y el tema del manejo del vacío. Me cuestiono que camino por recorrer existe y me lanzo a explorarlo. Muchas veces en el caso de mis figuras totémicas la utilización de la técnica es nueva porque uso el plasma para cortar las distintas láminas de hierro que vienen unidas para generar un volumen, entonces utilizo una técnica de hoy para hacer referencia a personajes de cómics o a deidades haciéndola mucho más contemporáneas. Yo insisto en perforar la obra para quitarle masa y darle transparencia para valerme de la luz como un elemento adicional del modelado de la escultura. Las luces y sombras en las conformaciones por capas que me ayudan a encontrar formas y genero otras nuevas. Logro la profundidad y la permeabilidad del vacío, la obra tiene el carácter del material, es este caso el acrílico que es un material constante en mi obra.
Voy de lo figurativo hacia lo figurativo abstracto, nuestra sociedad tiene una fuerte fijación a lo geométrico por los cinetistas, pero yo buscaba de proponer otra visión, y así llego a mi línea Ornamentales en donde barroquisé todas mis vivencias. Yo pienso que un objeto sin ornamento es como una frase sin palabras. El ejercicio de equivocarse en la composición también ayuda a encontrar la belleza”.
Un gran recorrido que estará abierto al público de febrero a marzo de 2019 en La Caja 2 del CCCH, ubicado en la Av. Tamanaco de El Rosal. Horarios: Jueves y Viernes de 2 a 6 pm / Sábados y Domingos de 11 am a 4 pm. Se puede llegar fácilmente saliendo de la Estación del Metro de Chacaíto (BECO) y caminando unas tres cuadras en dirección Chacao para luego cruzar a la derecha y bajar por la parada de los taxistas. La entrada es totalmente gratuita.
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