Colón caraqueño en retrospectiva
No es sorpresa para nadie que los caraqueños tenemos unas raíces étnicas y genealógicas bastante diversas: descendencia indígena, africana, española, italiana, portuguesa y muchas otras que no son tan comunes como estas, pero que igual son de importancia para entender la cultura caraqueña.
Toda esta mixtura que nos hizo lo que somos hoy comenzó con la llegada de aquel hombre que en las clases de historia universal y de Venezuela nos enseñaron que se llamaba Cristóbal Colón. Colón tras si tienes muchas aristas y puntos de vista, pero lo que no podemos negar es que sin él América y la ciudad de Santiago de León de Caracas no sería la ciudad que es hoy.
En Venezuela, especialmente en Caracas la figura de Colón desde hace más de un siglo es objeto de estudio e interés histórico y social, por ello se erigieron diversas estatuas y monumentos para recordar el hecho histórico (más allá de la fecha de llegada de Colón a América) y todas las consecuencias de la llegada de aquel hombre de mar a suelo americano. Colón solo tuvo contacto con la tierra que hoy llamamos Venezuela una sola vez, fue en su tercer viaje cuando desembarco en la zona de Macuro.
En la ciudad existían dos monumentos dedicados a la memoria del navegante genovés
: el primero ubicada en el Paseo Colón, paseo que finalizaba con un monumento dedicado a conmemorar y honrar la relación entre Italia, España y Venezuela. Fue inaugurada en 1934, realizada por el escultor cubano Rafael de la Cova en 1904. El conjunto escultórico tenía 4 estatuas que cada una representaba las naciones anteriormente nombradas y fue titulada «Colón en el golfo triste».
La segunda estaba ubicada sobre las escalinatas del calvario, antiguamente graderías de Colón y estuvo allí desde 1898, puesta para celebrar el nacimiento del navegante. Esta coronaba las graderías con su mano alzada señalando hacía el noreste.
Ambos monumentos fueron removidos hace algunos años, aunque no estén, es importante recordar aquel momento de nuestra historia que también nos pertenece y para bien o para mal debemos tener siempre en cuenta en nuestra memoria para saber quiénes somos y quienes fuimos.