Los inicios de la aviación en Venezuela
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La historia de la aviación venezolana se remonta al 17 de abril de 1920, día en el que el general Juan Vicente Gómez, firmó el decreto mediante el cual se creó la “Escuela de Aviación Militar”, con sede en la ciudad de Maracay, estado Aragua.
Ocho años antes, el 29 de septiembre de 1912, Caracas había quedado estupefacta tras la hazaña del piloto norteamericano Frank Boland, quien con su biplano de tela y madera, motor de 60 caballos y 300 Kg, realizó, sin novedad, el primer despegue y aterrizaje desde el antiguo hipódromo de El Paraíso.
La gira del famoso aviador estadounidense Charles Lindbergh de finales de 1927 y principios de 1928, por Centroamérica, el Caribe, Panamá, Colombia y Venezuela, terminó de catapultar a la industria aeronáutica en la región. Meses antes, Lindbergh había logrado cruzar el Atlántico con su inolvidable “Spirit of St. Louis” desde Nueva York hasta París. Y al momento de su gira por nuestros países, ya se desempeñaba como promotor de la Pan American World Airways, cuya influencia fue determinante para la fundación de las primeras líneas aéreas latinoamericanas.
Con la visita de Lindbergh a Venezuela, Pan Am se animó entonces a construir la primera pista del país, conocida, primero, como el “Campo de Aviación de La Guaira”. Diecisiete años más tarde, el 1° de enero de 1945, el lugar se convertiría en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía, Simón Bolívar. Se dice, por cierto, que la ubicación del aeródromo fue recomendada por el propio Lindbergh. El último impulso para la aeronáutica venezolana, llegaría de la mano de la industria petrolera, cuando la Standard Oil Company trajo su primer avión “Creole”, para realizar labores de exploración petrolera.
Comenzaron entonces a otorgarse los primeros permisos de operación para las líneas aéreas. Llegó así a nuestro país, la francesa Compagnie Generale Aeropostale, que, por problemas financieros, fue nacionalizada y transformada en la Línea Aeropostal de Venezuela, en 1933. Diez años más tarde, se fundó también Aerovías Venezolanas S.A. (Avensa), bajo el patrocinio de Pan Am y Aeroméxico.
En los años 40, Aeropostal volaba ya a 52 pueblos de Venezuela. Los pilotos llegaban a casas de pensión, a campos petroleros o a los mataderos, cuando el viaje se hacía para transportar carne. No había entonces límite de tiempo. Se volaban 170 horas, cuando la base eran 80, sin cobrarse por ello horas extras, ni bonos nocturnos, cuando se comenzó a volar de noche.
Desde ese tiempo para acá la aviación venezolana ha tenido sus altas y bajas.
Información tomada de: https://elestimulo.com/