La realidad del positivismo

Mucho se habla del poder de la mente y los cambios que una persona puede lograr en la vida si enfoca su energía en conseguir lo que se propone. El pensamiento positivo tiene la capacidad de procesar las circunstancias buenas o malas para transformarlas en situaciones que aporten al crecimiento y desarrollo del individuo. De una manera u otra, pensar positivo significa elegir, entre las distintas posibilidades que se presentan en el día a día, la mejor opción para superar los retos de una forma tranquila y con alta probabilidad de éxito.

Llevar un estilo de vida positivo no significa sonreír todo el tiempo ni parecer tener una vida perfecta, el positivismo implica tener o desarrollar la capacidad de no dejarse “hundir” por las adversidades, en el momento en que la vida nos coloca en situaciones difíciles como algunos dicen buscar las soluciones y buscar los factores positivos de la vida y no recalcar las dificultades.

Los expertos indican que el positivismo es una herramienta para romper barreras personales. Pero, ¿cómo ser alguien positivo? A pesar de tener actitudes arraigadas en la forma de ser, las personas pueden fomentar el optimismo, o sea, pueden entrenarlo. Para lograrlo, se deben incluir hábitos en la rutina que ayuden a encontrar el lado bueno de cualquier situación. Aquí algunos consejos:

No tomarse las cosas personales: Existen diferentes sucesos que pueden herir la autoestima de las personas cuando no se saben manejar, por ejemplo, a veces nos nos tomamos situaciones o comentarios de manera personal lo cual creará una posición subjetiva sobre cualquier acción o comentario como algo negativo, cuando no lo es.

Sin críticas o quejas: Las personas que por lo general viven criticando y quejándose de otras, se quedan ahí, no pueden cumplir con sus metas personales y laborales, la negatividad afecta nuestro crecimiento y la mente tiene la capacidad de cambiarlo, solo falta proponérselo y convertirse en alguien exitoso.

Los errores son aprendizajes: No se puede tomar cada pequeño fallo o error como un drama, se pierde la actitud positiva. Se debe asumir como una enseñanza para conquistar las metas propuestas.

Construyen sus días: Las personas positivas no esperan un buen día, lo hacen realidad. Hay que empoderarse y tener una posición activa para entenderse como constructor de su propia vida.

El pasado es pasado: Lo que ha pasado en la vida, sea éxito o fracaso, es solo eso: pasado. Las personas positivas trabajan por cumplir metas.

Capacidad de deshacer: Las personas positivas son capaces de terminar con lo que no es saludable en sus vidas, creen fielmente en su capacidad de acabar con todo aquello que se considere como negativo y que afecte su vida.

Y por último, pero no menos importante, dar las gracias: Ser amable, saludar y dar las gracias son signos de una persona positiva, entiende que estas acciones sencillas le cambian la actitud a su entorno y a su vida misma.

Y tú, ¿qué esperas para aplicar estos consejos en tu vida? ¡Cambiemos las perspectivas negativas!