Luis De Sousa nos invita a conocer el arte de ser Bicicléctico

El pasado 03 de junio se celebró el Día Internacional de la Bicicleta, gracias a un decreto de la ONU proclamado en el año 2018, cuyo objetivo principal es el de resaltar los beneficios que nos ofrece un medio de transporte que brinda la oportunidad de llevar a cabo un excelente ejercicio físico desarrollando una vida más saludable, y además ayudar a reducir la contaminación que está poniendo en riesgo el equilibrio de nuestro planeta.

Muchas son las maneras en las que se le rinde homenaje a este maravilloso invento humano, y una de las más hermosas es a través del arte. Así lo lleva a cabo el artista Luis De Sousa, quien encontró en la bicicleta el símbolo perfecto para el desarrollo de la escultura, dentro de su creativo proceso de investigación, tal y como nos explica en la siguiente entrevista:

El llamado del arte llegó temprano

Comencé a muy corta edad, en el Colegio La Salle, parroquia San Juan en Capuchinos, y los curas descubrieron que tenía las habilidades, y yo la verdad no me había dado cuenta, honestamente. Yo interpretaba bien lo que veía y dibujaba, y si no fuera por la atención de los curas probablemente yo me habría dado cuenta unos años más adelante. El hermano de La Salle le dijo textualmente a mi madre: “Métalo en una academia de dibujo, que si usted no lo hace lo vamos a hacer nosotros”, y así pronto fui inscrito en la Academia Centro Higuera que se encontraba por el Pasaje Zingg, tenía como 11 años. Y cuando terminé mis estudios ingresé a la Escuela de Artes Plásticas Cristóbal Rojas y también incursioné en el teatro, al cual espero en el futuro poder regresar.

La escultura es una fase

En realidad yo no he seleccionado la escultura cómo mi único medio expresivo, lo que sucede es que en este momento de mi proceso de investigación plástica estoy desarrollando la escultura, pero se trata de una fase, ya que, en realidad quiero explorar otros tipos de expresión. Al principio trabajé con el grabado, incluso tuve a Consuelo Méndez como mi maestra. Tanto en la Cristóbal Rojas como en la Universidad Simón Rodríguez experimenté con el grabado, ya que en ambos centros de estudio hay talleres destinados para tal fin.

Yo no quiero casarme con una técnica, estoy siempre dispuesto a seguir experimentando, tengo planes para desarrollar en el futuro con origami. Mi proyecto Bicicléctico va más allá y tengo un plan que se irá desarrollando paso a paso, donde pienso involucrar incluso experiencias con el performance, involucrando al público, arte efímero y estoy a punto de participar también dentro del trabajo en un mural.

¿Qué significa ser Bicicléctico?

La palabra surgió de un juego del lenguaje que nació al mezclar bicicleta con ecléctico, una palabra que siempre me ha gustado por su significado de unión que nos acerca a todas las personas. Yo regresé al arte después de haber trabajado para varios medios de información, dibujaba e ilustraba, luego entré al mundo del diseño e incluso había pintado ya varios cuadros. Seleccioné la bicicleta para regresar con este proyecto que tiene aproximadamente 10 años, pero se ha hecho un poco lento por la situación país, me tocó emigrar y eso retrasó el proceso. Fue un proyecto que elaboré de forma muy seria, conceptualizadamente armado, sin caprichos, todo fríamente calculado.

Escogí la bicicleta porque lo asocio a los bellos momentos de la infancia, es un símbolo de lo lúdico, que seamos adultos responsables no quiere decir que abandones a tu niño interno y dejes de divertirte. Realicé un estudio muy profundo sobre la historia de la bicicleta y quedé muy impresionado por lo que aprendí. En Venezuela la inseguridad causó que no pudiera disfrutar de los paseos en ella como quería, pero luego estuve hace dos años en Suecia, que es uno de esos países donde todos se transportan así y fue muy impresionante. Quedé asombrado por la limpieza y el orden.

Sobre los referentes artísticos y las anécdotas

Durante mi formación muchos son los grandes artistas que me inspiraron, el Maestro Abilio Padrón fue uno de mis grandes profesores. Yo estoy tratando de hacer un arroz con mango ordenado, son diez años de desarrollo y práctica constante. Tengo un portafolio de ideas que aún están en proceso de investigación. Con este proyecto la mejor anécdota ha sido escuchar que al acercarme dicen: “Allí viene el Bicicléctico o el Hombre de la bicicleta”, eso me da mucha risa.

De mi época de trabajo en el teatro sí tengo una anécdota vergonzosa y al mismo tiempo muy cómica: resulta que estaba interpretando a un payaso dentro de una obra infantil que tenía un mensaje diseñado para crear conciencia sobre el comportamiento adecuado, y de pronto llegó un niño que me haló el pantalón ancho de payaso y yo quedé en ropa interior, cabe destacar que pensando precisamente en que eso podía ocurrir siempre cargaba una licra debajo de mi vestuarios, pero justo ese día no lo hice porque era un día muy caluroso.

Lo más divertido y lo más difícil de ser artista

Lo más divertido es crear porque lo disfruto mucho, mientras mi obra se hace rentable y me genera mayores ingresos sigo trabajando en el diseño gráfico, de escenografías, o creando ilustraciones. Lo más difícil es cuando tengo que pausar el trabajo de alguna obra de mi proyecto Bicicléctico, trabajo más de 12 horas diarias, porque al llegar de mi trabajo actual entro rápidamente en el proyecto artístico nuevamente.

Un sueño por cumplir

Poder participar en una obra de gran escala urbana, como un mural, una obra que se encuentre al aire libre. Tengo un proyecto muy ambicioso que se encuentra en bocetos, debo anotar todo con minuciosos detalles, porque de lo contrario una idea le quita su espacio a la siguiente.

Lo que más extraña de Caracas

Extraño un montón de cosas de Caracas, por ejemplo ir a Sabas Nieves, comer perros calientes en las Mercedes o en Plaza Venezuela, visitar de nuevo los centros culturales, los museos que tanta felicidad me han brindado, ver a mis amigos y tomarnos unas cervezas juntos, reunirme con mi familia y con todos los compañeros del mundo del arte con los que trabajé durante tantos años.

Caracas es algo que yo añoro mucho, aunque yo nací en Barcelona tengo mucha familia en la capital de nuestro país. Casi toda mi familia es oriental del estado Anzoátegui, yo soy uno de los primeros nietos. También extraño el clima, yo llegué a Caracas con 1 año de edad y llegué a vivir directo a los Bloques del Silencio. Todos los recuerdos de aquella época son hermosos.

Reflexiones sobre nuestra relación con el arte

Una vez un amigo me dijo: “Cónchale es que yo no entiendo nada del arte”, y yo le dije: no tienes nada que entender, sólo déjate llevar. Imagínate un mundo sin arte, sería horrible, es cómo si todos nos vistiéramos de blanco, sin pluralidad se pierde la riqueza humana. Es sumamente necesario tener claro que la naturaleza creativa del humano es una parte esencial del mundo que habitamos.

Dios nos puso aquí para que vivamos, y eso implica equivocarse para aprender. El arte es algo maravilloso, es ese nicho que nos puede ofrecer felicidad a todos. Imagínate regresar a un lugar y darte cuenta que la escultura que siempre disfrutabas allí, ya no está, entender que te la quitaron, eso se siente horrible.

Los artistas somos también servidores públicos, no hacemos las obras de arte para tenerlas guardadas en la casa para el disfrute exclusivo de nosotros, las exhibimos porque tenemos un compromiso con la sociedad. Si te gusta y logras hacer feliz a las personas a través del desarrollo de tu trabajo, entonces eres un artista.

A veces me lleno de frustración cuando las cosas no me salen como yo tenía planeado, dudo de mí mismo a cada rato, luego me recompongo y regreso a mi lugar de reinicio. A veces una escultura no se ve bien dentro del taller, luego la sacas y se ve mejor en el exterior, y al fin de cuentas tras horas de observación quedo satisfecho con ella, pero es un camino tormentoso a veces, eso es parte de la vida del artista.

Para conocer más sobre la obra del artista Luis De Sousa puedes seguirle en Instagram: @luisamadodesousa.arte y también ver su página: www.luisamadodesousa.com