Licores Mundiales: Una Década de construcción permanente
Por Manuel Alejandro Armas
Hace diez años se materializó un sueño compartido por muchos: la inauguración de la primera tienda especializada de vinos y licores en Venezuela que pronto el Profesor Alberto Soria no dudó en bautizar como “La Cava de Caracas”, nombre que hasta hoy acompaña al de la organización que le dio vida: Licores Mundiales, empresa con una consolidada trayectoria de más de 50 años.
Durante los dieciocho meses de edificación del proyecto se cuidaron al máximo todos los detalles. Muchas fueron las reuniones donde se estudiaba la funcionalidad de cada área, los materiales adecuados, la iluminación idónea, la temperatura óptima, el mayor grado de confort para una de las clientelas más exigentes del continente. El resultado fue un espacio encantador, a la altura de las grandes tiendas especializadas de Londres o Tokyo. Un verdadero orgullo para nuestra querida Caracas.
Pero justo con su inauguración arranca la construcción más importante: acelerar el desarrollo de la cultura del vino en el país.
Fue La Cava de Caracas quien primero le apostó a la asesoría calificada en un mercado donde la decisión de compra se tomaba en solitario frente al anaquel de un supermercado o una licorería. El esfuerzo de la organización en capacitar de forma permanente a su personal para enfrentar el reto aún sigue siendo admirable, pese a las circunstancias adversas que todos conocemos.
Pronto La Cava se convirtió en epicentro de quienes nos apasionamos con el arte del buen vivir. Para unos es un lugar de exploración, para otros un templo de aprendizaje, algunos la consideran una juguetería, para todos significa el refugio del buen gusto que nunca abandonará a nuestro país. Y allí radica desde mi opinión el mayor valor de Licores Mundiales y su cava especializada.
La Cava de Caracas también se encargó de revolucionar las navidades, acompañando a los venezolanos con promociones espectaculares y las tradicionales cestas navideñas, cuya oferta se complementó con un muy bien surtido portafolio de estuches especiales para la ocasión. Con mucho tino, la organización ha mantenido el interés del consumidor, pues siempre se encuentran gratas novedades para todos los gustos.
Sin duda alguna y mirando en retrospectiva, ha sido una década de construcción permanente, por ello envío con afecto mis buenos deseos a La Cava de Caracas, en su décimo aniversario.