Términos para referirse a las personas con discapacidad: Di esto en lugar de aquello
Hoy en día, existen muchos movimientos que abogan por los derechos de las personas con alguna discapacidad de cualquier tipo. Sin embargo, existen algunos términos más correctos que otros para referirse a las personas con discapacidad, acuñados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), para evitar que estas personas sean excluidas de la sociedad y que se hable de ellos de una manera inadecuada. Es por esto, y en conmemoración del día de las personas con discapacidad, les traigo una pequeña guía acerca de los términos correctos que debemos utilizar.
Para empezar, seguro se fijaron que cuando me refiero a estas personas lo hago como «personas con discapacidad» y no como «discapacitados», como estamos acostumbrados a llamarlos. Esto es porque socialmente, este último término, así como las palabras «inválido» y «minusválido» no son los correctos al hablar de las personas que poseen alguna discapacidad ya sea física, auditiva, visual o motora. Esto se relaciona con el hecho de que las personas con discapacidad no deberían ser catalogadas como personas menos válidas o con menor valor, en comparación a las personas que no posean estas discapacidades.
De igual forma, estamos acostumbrados a referirnos a las personas que no poseen ninguna discapacidad como personas «normales», lo cual dejaría a las personas que sí poseen las mismas como «anormales». En este sentido entonces, para evitar encasillar o etiquetar a estas personas, podemos usar el término que explique su discapacidad como adjetivos, como algo que los describe en cierto sentido, pero no como sustantivos. Igualmente, con respecto a las personas que poseen alguna discapacidad motora, se sugiere que se eliminen frases como «está postrado en una cama» o «postrado en una silla de ruedas» y se cambien por «se encuentra en cama» y «usuarios de silla de rueda».
Además, existen términos incorrectos para referirse a las personas con discapacidad dependiendo de cuál sea la misma. Por ejemplo, se sugiere utilizar el término «persona con síndrome de Down» en vez de «retrasado», «mongólico», «subnormal» o «imbécil». Igualmente, al referirnos a personas que no oyen, no ven, no caminan o no hablan como «personas con discapacidad auditiva», «personas con discapacidad visual», «personas con deficiencia motora» y » personas sin habla», respectivamente. Así, evitamos términos hirientes o peyorativos como «sordos», «mudos», «ciegos» o «paralítico». Lo mismo ocurre con personas diagnosticadas con alguna enfermedad mental, de modo que podemos referirnos a ellas como «personas con discapacidad psicosocial» o «personas con enfermedad mental» en vez de llamarlos «locos» o «perturbados».
Tener la capacidad para ponernos en los zapatos del otro es una virtud, y respetar e incluir a las personas que tengan alguna discapacidad o enfermedad es una buena manera de contribuir a construir una sociedad más tolerante a la diversidad y donde el valor principal sea el respeto.