Iglesias caraqueñas que inspirarían una historia de terror

En muchas ocasiones la arquitectura es capaz de transmitir sensaciones y sentimientos. Por un lado, estas no dependen necesariamente del concepto original de la obra. Por otro lado, las sensaciones o sentimientos que esta pueda transmitir se verán influenciados por la carga conceptual que las personas puedan darle con el paso del tiempo. Por ejemplo, hay edificios que nos transmiten cierto escalofrío al entrar o nos hacen sentir inquietos cuando los vemos desde la calle. Entre estos están casas, edificios abandonados o iglesias.

Entre los antes mencionados, las iglesias tienen un lugar especial en el imaginario del terror. Aquellos sitios altos, con eco, oscuros y que dan la sensación de ser ínfimo. Caracas cuenta con hermosas iglesias de una arquitectura envidiable, al igual manera que las iglesias que al verlas a simple vista pueden ser las candidatas perfectas para un film de terror. De estás últimas hay tres que se quedan con el papel.

Está templo se encuentra ubicado en las adyacencias de la Plaza la Concordia, de la esquina de glorieta a hospital y fue construida  entre 1906 y 1946. La edificación es de un estilo neo gótico muy marcado, siendo está una de los mejores exponentes de este estilo en la ciudad.

El edificio tiene altos techos abovedados que nos hace perder la noción de altura. Sus pasillos estrechos junto a las sombras que ahí predominan nos hacen sentir como en una película de Nosferatu. A la par el juego de luces provenientes de los vitrales ilumina algunos espacios escondidos.

Esta es la iglesia mas grande de Caracas, construida con un concepto amurallado junto a una torre y todo un complejo educativo. Supera a gran parte de las edificaciones de su tipo tanto en altura como en área. El complejo se conecta entre sí a través de pasajes que conecta la iglesia con el edificio de aulas.

El recinto es perfecto para ambientar una película de terror porque sus grandes naves esconden sobre sí largos pasillos solitarios que son el lugar ideal para una persecución. Además es el tipo de edificio que usarías para esconderte de una noche de muertos vivientes.

 

Aunque esta no es tan antigua, la iglesia ortodoxa de San Constantino y Santa Elena es una edificación única en Caracas y en el mundo. Donada por la iglesia ortodoxa rumana de Venezuela, está ubicada en el sector de la lagunita en el hatillo. Está construida de manera manual por artesanos traídos desde Transilvania, Además los materiales utilizados en su totalidad también provienen de tierras rumanas. Se inauguró en 1999 y desde entonces ha enriquecido el pasaje urbano de nuestra ciudad.

La particularidad más notable es su color negro y su altura; 35 metros de una estructura gótica completamente negra que remata en un campanario en forma de aguja. Es interesante que provenga de Transilvania porque allí es donde se desarrolla toda la historia de Drácula. Además, imagina estar perdido en un bosque y encontrarte con esta edificación.

Muchas de estas iglesia aunque parezcan tenebrosas, están dirigidas por una comunidad muy amable de caraqueños que trabajan para mantener estos edificios y su historia vivos, demostrándonos que no se puede juzgar un libro por su interior. Caracas tiene muchas caras interesantes que mostrar, todo es cuestión de buscar la que mejor nos hace sentir como caraqueños.